¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Patricia R.: «Con la mochila y siendo las dos casi una»

Patricia Roncallo, Lekunberri (Navarra).

Siempre me han gustado los otoños, aun cuando vivía en un país sin estaciones anhelaba que llegaran junto con el frío y los colores de los árboles. Fue justo el otoño pasado cuando con las primeras heladas me sentí llena de fuerza para comenzar a preparar el terreno para la llegada de Rayito de sol. Lo leí todo (o casi todo) y mi casa se convirtió poco a poco en un hogar, un nido que esperaba su presencia… Y llegó el invierno, el ansia me mataba y una noche, casi un mes antes de lo esperado, Aitana comenzaba a llenar de luz nuestras vidas. Era tan pequeñita, la veía tan frágil, tan fuera de su lugar, no sabía cómo iba a ser capaz de cuidarla, de protegerla y entonces, instintivamente, la pegué a mi… a mi pecho, a mi cuerpo, a mi calor. La arropé con mi piel y la cubrí de besos, cantando canciones suaves en las noches y bailando durante el día, esperando verla crecer… La mochila Ergo se convirtió en nuestra mejor aliada en los días que le dolía la tripa, que lloraba sin cesar o que tan sólo quería estar con sus aitas. Con la mochila y siendo las dos casi una, vivimos el día a día de aquellos primeros y duros meses. De esta manera dio sus primeros paseos por su pueblo, conoció el bosque de hayas, hizo un viaje trasatlántico y durmió siestas infinitas.

Hoy, nueve meses después, y con una madre siempre ansiosa por aprender, da sus primeros pasitos mientras la subo y bajo del pouch… seguimos estando cerca, disfrutando de la piel y del olor la una  de la otra, nos reconocemos y, gracias a esta magnifica experiencia, ¡también nos enamoramos cada día más!

8 respuestas

  1. ¡Una historia preciosa, llena de poesía!

  2. Bonita historia… lo mas impresionante es que la pobrecita aguante los inviernos de lekunberri con esa sonrisa en la carita…

  3. Patricia: ojalá todas las mamás y futuras mamás que lean tu historia se dejen llevar por su instinto y le ofrezcan a sus bebés el mejor lugar donde estar… pegaditos al cuerpo de mamá…
    Gracias por compartir tu historia de una forma tan linda…

  4. Patri, qué bonito lo cuentas y qué guapísimas que estáis las dos….

  5. Es una historia muy tierna y lo mejor es que es real!!
    Si con ella muchas mamás logran acercarse a sus hijos de la misma manera que tu, la misión que te encomendaron se cumplió.

    Gracias por compartirla con todos

  6. que historia tan preciosa, me ha emocionado
    ojala que sigais disfrutando siempre juntas alla
    donde vayais. un besin

  7. ¡Cuánta delicadeza Patricia! ha sido un placer leer tu relato.

  8. Hola, erse muy parecida a unas primas Roncallo de acá de Colombia, los primeros eran originarios de Italia.
    Cuéntanos de ti y de los tuyos

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