Sobre la importancia del contacto (parte 2)

ME SIENTO YO PORQUE ME TOCAS. Parte 2: La Mano

Artículo de C. Nisak publicado en maternage.free.fr y traducido del francés por Red Canguro. Título original: “Ma peau, je me sens moi parce que tu me touches” (1985). (Leer aquí la parte 1)

La mano

La mano no es sólo un maravilloso instrumento de acción sobre el mundo exterior, es también una artesana del conocimiento de sí mismo. El niño descubre sus manos en su campo visual; es la primera imagen del cuerpo: juegan además un papel importante en la somatognosis, es decir, en el conocimiento de otras partes de su cuerpo: cara, pies, órganos genitales, ya que pueden agarrarse y los hacen suyos.

La piel es junto al corazón el único de nuestros órganos vitales al que el lenguaje da una gran importancia: tiene multitud de expresiones que la mencionan cuyo poder de evocación es con frecuencia preciado.

  • Tal hombre o tal mujer nos atrae sin que sepamos bien por qué, «es una cuestión de piel», cuando la unión permanece a pesar de los problemas de la relación, «es que lo llevamos en la piel».
  • Defender su pellejo, salvarlo, sentirse en la piel del otro, hay muchas imágenes similares de uso corriente. Y cuando las palabras se vuelven vanas, de nuevo nuestra piel nos informa sobre la intensidad de las relaciones que sentimos.

Tanto para el bebé animal como para el bebé humano, la vida se inaugura por un contacto físico: el contacto con la madre. Es a través de este sesgo como el niño establece su primer contacto con el mundo y abraza a otra dimensión: el mundo del otro.

  • Esta percepción del cuerpo del otro es en primera instancia una fuente esencial de confort.

§ El contacto físico agradable es uno de los temas de base de la afectividad y del amor; el dar de mamar, que asegura una intimidad frecuente entre el cuerpo de la madre y del niño, adquiere entonces una función afectiva. En el transcurso de estos intercambios, cada vez que el niño toca a su madre tiene lugar una reafirmación de su existencia como fuente de placer.

§ Como para todos los que creen que algo existe si lo tocan con un dedo, el niño cuando toca a su madre pone el mundo al alcance de su mano. La madre provee a su hijo de estimulaciones sensoriales táctiles, visuales y auditivas en todo momento, cuando lo coge, lo toma entre sus brazos, juega con él o simplemente cuando está presente. El bebé coordina poco a poco este intercambio con sus otros sentidos. Aprende a conocer su cuerpo con ayuda de un código elaborado con lo que le han enseñado su piel, sus labios y sus manos.

Los primeros esfuerzos para concebirse como un todo comienzan por lo tanto a partir de las sensaciones orales en el pecho de la madre, y esto a tientas. A partir de este mundo de comunicación inicial el niño aprende para qué sirve el lenguaje: para estar en contacto con su prójimo.

A. Montagu, en su apasionante obra «El tacto: la importancia de la piel en las relaciones humanas», fue quien puso en evidencia por primera vez, fundándose en los datos de la psicología animal, de la etnología y de la sociología, la importancia de la experiencia táctil y del ser humano y sus consecuencias sobre su desarrollo ulterior.

  • Para Montagu, «mi piel es quien me hace uno y me hace conocer al otro»; de esta aserción se hacen eco diversos teóricos del psicoanálisis. En efecto, este cuerpo, dimensión vital de la realidad humana, es aquello sobre lo que están todas las funciones psíquicas.

§ Montagu comparte con Freud la constatación de la inmadurez del niño cuando nace, lo que le vuelve totalmente dependiente de su entorno para sobrevivir y éste es uno de los momentos esenciales de un vínculo privilegiado con la madre, partiendo del desarrollo de la comunicación interpersonal.

§ Para Lacan, es este estado de impotencia y de falta de coordinación motora el que empuja al niño a anticipar imaginariamente la aprensión y el dominio de su unidad corporal por medio de la identificación a imagen del semejante. Es la imagen de él mismo en el espejo el que ayudaría a la constitución del primer esbozo del Yo.

La piel nos es una frontera real. Es también una frontera simbólica respecto a la imagen del cuerpo.

  • La imagen de los límites del cuerpo es adquirida en el transcurso del proceso que pone fin a la relación de fusión que mantienen el niño y su madre durante los primeros tiempos. El «Yo-piel» (D. Anzieu) sería una figuración de la que el niño se sirve para representarse él mismo a partir de la experiencia de la superficie de su cuerpo.
  • Toda actividad psíquica se apoya en una función biológica, el «Yo-piel» se extiende por lo tanto en las tres funciones de la piel: «la primera función, es el saco que retiene en su interior todo lo bueno de la lactancia, los sonidos y el baño de palabras que en él se han acumulado. La segunda función: es la superficie que marca el límite con lo de fuera y contiene a éste al exterior. La tercera función de la piel, junto a la boca, y al menos tanto como ésta: es un lugar y un medio primario de intercambio con los demás».
  • De este origen epidérmico, el Yo sacaría su poder de mediador que tiene en cuenta a la vez los peligros venidos del exterior y las tensiones internas nacidas de las exigencias pulsionales.
  • Los mensajes recibidos por la piel son de una gran importancia y cuando son, como en la mayor parte de los casos, portadores de un contenido tranquilizante y agradable, ayudan al niño a estructurarse de forma armoniosa en tanto que sujeto, y buscar el contacto con el otro.

Si la manera en que un niño se desarrolla depende del conjunto de cuidados que recibe durante su primera infancia, comprendemos fácilmente las consecuencias nefastas que pueden tener las perturbaciones de la relación madre-hijo.

  • En el caso de hospitalizaciones prolongadas, la privación del contacto físico con la madre y la falta de estímulos pueden hundir al niño en un auténtico estado depresivo que puede incluso llegar al marasmo. La consideración del trabajo de Spitz sobre este tema ha provocado que en algunos hospitales americanos se contraten a mujeres para tomar en brazos, mecer, abrazar a los niños. Los resultados de tales prácticas son fascinantes.
  • En “La traición del cuerpo”, Lowen relaciona el fracaso de la experiencia táctil precoz y los problemas mentales de tipo esquizofrénico. Partiendo del estudio de numerosos casos, Lowen muestra que la sensación de identidad procede de la sensación de contacto con el cuerpo: para saber lo que es, el individuo debe saber lo que siente.

§ Y eso es precisamente lo que le falta al esquizofrénico, que tiene una pérdida completa del contacto con su cuerpo, hasta el punto que no sabe ya quién es: no está ya en contacto con la realidad que se estructura a partir de las sensaciones del cuerpo.

  • El análisis de las alergias proporciona un gran número de observaciones que se centran en la piel. Desde el contacto con las manos de la persona que le hace nacer, hasta el contacto con el cuerpo de su madre, el bebé vive la comunicación táctil en modo de reciprocidad. Un fracaso lo suficientemente grave de este contacto puede traducirse posteriormente en forma de enfermedades dermatológicas.

§ La observación por el doctor Ronsenthal de veinticinco bebés de menos de dos años con dermatitis ha demostrado que en la mayoría de los casos estos bebés no recibieron suficientes estimulaciones cutáneas. El eccema, por su forma y los cuidados que conlleva, puede leerse como una demanda dirigida a la madre para incitarla a más cantidad de contacto táctil. Rascándose las heridas el niño se proporciona el placer del cual se ha visto privado.

§ Es interesante constatar que la dermatits infantil, si puede aparecer en las primeras semanas de vida, desaparece espontáneamente alrededor del final del primer año, en el momento en que aprende a caminar y que, a causa de esto, se vuelve más independiente de las señales que emanan de su madre, y por lo tanto más apto para encontrar por sí mismo fuentes de satisfacción táctil. “El niño con dermatitis está más frecuentemente privado de esos actos cotidianos de amor que consisten en llevarlo en brazos, acariciarlo diciéndole palabras tiernas a causa de una madre inconscientemente hostil.”

  • Esta actitud de rechazo inconsciente está también en el origen de una afección que muchas veces toma el relevo de la dermatitis: el asma infantil. Se encuentran en el historial de pequeños pacientes las mismas carencias en el nivel de necesidad de ser tocado.

La actitud inversa de solicitud extrema por parte de la madre provoca igualmente problemas en esta etapa decisiva que es la constitución del Yo. Por una presencia materna demasiado fuerte, el niño no experimenta nunca el “sentimiento de ausencia” que es también necesario para la individualización y el acceso a la autonomía. Sobre la base sólida del tocar, el bebé aprende entonces qué significa la intimidad, la proximidad, la distancia, y el alejamiento. Y el tocar es la sensación personal por excelencia. El contacto madre-niño.

Ashley Montagu en “El tacto: la importancia de la piel en las relaciones humanas” considera que el nacimiento no inaugura más la vida del individuo de lo que marca el fin de la gestación. El bebé nace inacabado, comparado con los otros mamíferos. La gestación humana, aunque forme parte de las gestaciones largas, no está terminada en el nacimiento y A. Montagu habla de útero-gestación y de extero-gestación, cuyo final estaría en el estado en que el niño comienza a correr a cuatro patas.

  • Propone la hipótesis ilustrada por numerosos ejemplos de que “la larga fase de trabajo de parto de la mujer y sobre todo de contracciones del útero tiene una función importante, la misma que los lametones y el aseo de los recién nacidos en los animales.

Las contracciones realizarían el papel de estimulación psicológica de la piel por los nervios sensoriales periféricos. Los impulsos transmitidos al sistema nervioso son dirigidos hacia los diferentes órganos por el sistema neurovegetativo.

  • Trece pequeños macacos nacidos por cesárea y otros trece nacidos por vía vaginal fueron observados durante sus cinco primeros días.

§ Los animales cuyo nacimiento fue vaginal eran más activos, más rápidos para adaptarse a las situaciones, respondían más deprisa a los estímulos suplementarios. Todas las manifestaciones de actividad eran tres veces más frecuentes en los monitos nacidos de forma natural.

§ Un gran número de estudios comparativos sobre niños prematuros o nacidos por cesárea y niños nacidos por vía vaginal muestra que los problemas de alimentación, de habla, emocionales, o de ansiedad son mucho más frecuentes en los primeros que en los segundos, como si la falta de estimulación cutánea hubiera ralentizado la puesta en marcha de los centros vitales.

La estimulación cutánea por el tocar, la presión, muestra bien la importancia de las caricias para el desarrollo del niño. El recién nacido le debe a su piel la medida de esta inimaginable travesía, al contacto de su propio cuerpo con el de su madre. En numerosas maternidades desde el “nacimiento sin violencia”, el niño es colocado sobre el vientre de su madre antes de cortar el cordón umbilical y de que sean separados del todo. Fuera de su envoltorio líquido, el recién nacido espera el envoltorio protector y tranquilizador de la carne materna. Es por ella, por ese tocar fusionado que se desarrollarán todas las facultades sensitivas y cognitivas del niño. El tocar, por el calor y el contacto que el lactante experimenta, se convierte en espacio de vida, espacio de transmisión entre su madre y él, entre el exterior y el interior, con todo indiferenciado que es durante los primeros meses de su vida. La sensibilidad del bebé está concentrada en ese vasto campo de necesidades y sensaciones, agradables o no, satisfechas o no, a través del contacto.

(Continuará…)

Leer aquí la parte 1.

Fotografías de Red Canguro.

Acerca de Red Canguro:
La Red Canguro, Asociación Española por el Fomento del Uso de Portabebés, es una asociación sin ánimo de lucro que se estableció en noviembre de 2008 con los fines de fomentar el uso de portabebés entre madres y padres y cualquier persona interesada, difundir información relacionada, servir de contacto y apoyo a personas que deseen iniciarse en el mundo de los portabebés, alentar el encuentro e intercambio de información y experiencias entre personas usuarias de los mismos, aumentar el nivel de conocimientos sobre el porteo de bebés en castellano y fomentar y difundir la crianza con apego. Para más información sobre estos temas, visita: http://redcanguro.org

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8 respuestas

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