Todo niño susceptible de ser llevado en brazos en algún momento, es susceptible de ser llevado en portabebés, aunque ya le consideremos “mayorcito”. Lejos de lo que el resto del mundo diga: que ya es mayor, que pesa mucho, que debería ir andando, etc. durante mucho tiempo necesitará o querrá “brazos” porque esté cansado, porque tenga sueño, porque se asuste o se agobie si toca caminar entre mucha gente, porque interesa ir más rápido, porque quieres tener a la niña controlada (en un aeropuerto, o en unos acantilados..) o porque simplemente esté “mimoso”; de una forma o de otra, siempre será agradable volver a llevarle a “upa”, pegadito a nosotros y cuidando de nuestra espalda mucho más que si le llevásemos sólo y exclusivamente con la fuerza de nuestros brazos.
En muchas ocasiones veremos a padres cargando con el cochecito de un sitio a otro con niños ya grandes, porque para esos momentos en que necesiten brazos la mayoría no están por la labor de cargarlos debido a su tamaño y peso y, sin embargo, seguramente, nadie les dirá que son muy grandes para el cochecito.
Las familias que porteamos, sin embargo, estamos encantadas cuando nuestros hijos quieren brazos, porque volvemos a compartir con ellos esos momentos casi mágicos de intimidad y contacto que siempre añoramos cuando comienzan a dar sus primeros pasos. Ya no tenemos al bebé que llevábamos amorosamente casi todo el día pegado a nuestro ser, como una continuación de la gestación, pero comenzamos a compartir una nueva etapa de descubrimientos para ellos y para nosotros: una flor, una piedra, una mariposa, una hormiga, un buzón…, teniendo la ocasión de volver a ver con ojos de niños nuestro entorno. Descubrimos entonces otros momentos tan preciosos y, a la vez, tan distintos de los anteriores, en los que nuestro bebé sabe qué vamos a hacer con ese portabebés y colabora, incluso nos lo pide señalando y/o diciendo su nombre o hablando claramente (con el tiempo se vuelven auténticos expertos en porteo e incluso conocen el nombre de cada portabebé) y tenemos la oportunidad de disfrutar y deshacernos de felicidad con sus abrazos y besos, que de bebés no sabían darnos.
¿Hasta qué edad usar el portabebés?
La mayor parte de los fabricantes de portabebés ergonómicos indican que pueden llevarse hasta que el bebé pesa 18 kilos (esto puede variar entre distintos fabricantes o tipos de portabebés). Pero el criterio que usamos es como con la lactancia: mientras niño y porteador quieran.
Muchas veces suele pasar que conocemos este mundillo de los portabebés con nuestros segundos o posteriores hijos. Y eso puede llevar a que nuestros mayorcitos anhelen también ir en un portabebé como hace su hemanit@, después de todo ellos eran los reyes de nuestros brazos hasta hace bien poquito. ¡Esto también suele ocurrir con un hermano mayor que haya sido porteado desde el principio!
¿Por qué negárselo? Tenemos la opción de llevarlos cerquita nuestro, aunque sean ya pesos pesados, gracias los portabebés ergonómicos. Quizá nos sea más cómodo ponerlos a la espalda, o la cadera, ya que nuestro cuerpo no está habituado a llevar ese peso y delante puede sernos muy incómodo, bien por peso, bien por falta de visibilidad.
Para ello, cualquier opción es buena: un buen fular con un nudo que reparta bien el peso, un mei-tai, o el rey de los portabebés con los mayorcitos que no han sido porteados desde bebés, las mochilas. Para ellos que no les privemos de esa nueva manera de reivindicar nuestro contacto, es muy importante. Y, gracias al porteo, podemos compartir con ellos este mundo nuevo de llevar a nuestros hijos pegaditos a nosotros.
Es muy posible que haya veces que pida subir en el portabebé cuando estemos solas con los 2. Así que o somos precavidas y llevamos siempre dos portabebés para llevarles al pequeño delante y al mayor atrás, o si usamos fular y tenemos uno largo (4,70 m mínimo) podemos aprender a poner a los dos con el mismo fular.
¿Qué portabebés para niños mayorcitos?
Como proceso evolutivo que consideramos el porteo, conforme crecen nuestros bebés nos iremos adaptando a ellos y a sus necesidades y modificaremos algunos de nuestros portabebés y/o la forma de utilizarlos pasando a utilizar:
- bandoleras para los paseos cortos y/o los sube y baja, y por su rapidez en colocar y ajustar;
- pouches o tonga ya ajustados al cuerpo del porteador y del niño también para los paseos cortos y/o los sube y baja por su rapidez en colocar y lo poco que abultan para llevarlo en cualquier bolso
- las mochilas ergonómicas por soportar y repartir mejor el peso y por su rapidez para colocarlas y quitarlas;
- adaptaremos mei tais para su tamaño (mei tais más anchos, híbridos, con tiras extra-anchas, con acolchado extra, hechos con tela de fular… existen múltiples opciones)
- elegiremos otros fulares con más soporte y modificaremos los nudos a realizar para distribuir y llevar mejor el peso de nuestros hijos que van convirtiéndose, poco a poco, en pequeñas mujercitas y en pequeños hombrecitos. El anudado también variará si vamos a dar un paseo más bien largo (donde se preferirán anudados a la espalda de varias capas como la doble hamaca o el canguro reforzado -ver vídeo más abajo-) o si es una necesidad puntual y tenemos más prisa (preanudado delante, canguro detrás…).
- Podemos elegir una de las formas mas simples de porteo con un atado africano
y un trozo de tela resistente, preferiblemente tejida en sarga y no en plana, para evitar que pueda desgarrarse con el desgaste. El atado africano requiere tener unas formas levemente favorables, una pequeña hiperlordosis y anchura de caderas. Si tienes estos rasgos, aunque sea levemente, y niños mayorcitos que andan mucho pero ocasionalmente quieren brazos, es una forma de porteo ideal. Tiene la ventaja de no cargar en los hombros, con lo cual toda la parte superior de la columna se libra de la compresión por el peso, recayendo este en la cadera de forma equilibrada, como si lo llevases a caballito. También es muy interesante en verano, pues al no cubrir los hombros y realizarse con tan poquísima tela, es de las formas de porteo más frescas que hay. Si utilizas una tela relativamente generosa en tamaño que además permita atados en bandolera puedes portar muy fresco y con muy poco durante mucho tiempo cambiando el anudado de una forma a la otra. Y tiene la enorme ventaja de poder ponerse y quitarse en un santiamén.
Las huelgas de porteo
Muchos niños pasan por una época de «huelga» durante la que no quieren ser llevados en portabebés. Generalmente esto sucede una o varias veces entre el año y los dos años de edad, cuando el pequeño empieza a caminar o a correr, tiene mucho interés por su entorno y ganas de jugar en el suelo. A veces son pequeñas «huelgas» de unos días, o incluso pueden durar algunos meses. En la mayoría de los casos, esto no significa el final de la etapa de porteo, sino que vuelven a querer ser llevados en portabebés antes o después.
En estos casos no se debe forzar al niño a subir al portabebés, aunque se le puede explicar que «a mamá/papá le duele la espalda y necesito que te subas al fular durante un ratito.
Videos:
- Canguro atrás con cangurita grande: 5 años y 30 kilos
- Dos en un fular, por itsirc:
- Dos en dos fulares, por mimita: http://youtu.be/TH4TB0e-llA
- Canguro reforzado, por mimita
- Mochila, por annais: http://www.youtube.com/watch?v=fzDk0qtWys4
- Mochila ABC en 20 Segundos, por annais:
Experiencias:
Delia:
Con casi 2 años M quiere ir a todas partes «nannando», pero en muchas ocasiones que hay que hacer tareas «aburridas» como la compra acaba cansándose y «cayéndose» al suelo o corriendo en dirección contraria a la que a mi me gustaría por el super. Últimamente meto un fular cortito en el bolso y en esos casos hacemos un canguro a la espalda rápidamente. A lo mejor protesta un poco mientras anudo, pero luego me ayuda a coger las cosas que están en las estanterías alta.
Me encanta portear a mi hija mayor (de 3 años), disfruto muchísimo. Durante ese rato vuelve a ser mi bebita, tan pegadita a mi.. y volvemos a gozar de esa exclusividad que tanto necesitamos todavía. Pero.. que puedo hacer con mi hija portada que no pueda hacer de otra forma? pues vamos abrazadas y hablando sin parar a la misma altura! Esto es imposible hacerlo cuando vamos andando! El porteo nos mantiene mas cerca de nuestros hijos mayores.. va mas allá de una necesidad logística.. para mi es una necesidad emocional y vital!
MarcEric:
Me hubiera venido muy bien conocer maneras de portear a dos en un fular cuando Marc se plantaba con el «quiero ir en fular» y sólo sabía hacer el canguro a la espalda….. una vez caminé más de media hora con Marc en canguro en la espalda, con 16 kilos, y Èric a pelo en mis brazos…….. creía que me moría.
Desde entonces, siempre he salido con una mochila o mei-tai extra para Marc.
El momento «celos de porteo» fue al principio, claro, y Marc tenía 3 años y medio. La cosa duró hasta pasados los 4, y creo que con 5 cumplidos, alguna vez he acabado llevándolos a los 2 por estar los dos dormidos en el coche y tener que ir a algún sitio……. aunque normalmente era en brazos de papi que iba. De hecho nos compramos la Manduca para llevarle a él……
Integu:
Mi hijo con 22 meses y medio, es un auténtico torbellino, no para quieto ni un momento y cuando conoce el sitio donde estamos es todavía peor, porque se mete por todas partes, toca o intenta tocar todo y a veces le da por intentar tirar algo. Sale corriendo como una perdiz, puede incluso intentar salir del establecimiento donde estemos a la calle, corriendo sin parar; para estos momentos, para mí, no hay nada mejor que llevar la bandolera, porque lo cojo en un pispas y se queda más tranquilo, y cuando vamos por la calle y se enfada por algo y/o se pone a llorar, si le intento coger en brazos sin más, la mayoría de las veces se revuelve y hace todo lo posible por bajarse al suelo, pero es cogerlo con la bandolera, lo más rápido para mí, y comienza a señalarme las cosas a nuestro alrededor diciendo «ah, ah» y yo: «ventana, puerta, otra ventana, un garaje, árbol…”, cuando no, desde hace poco, me lo va diciendo él. Y ahora, también me da caricias y “abrassos” cuando le llevo en portabebés y se dedica a contestar con un tierno y rotundo “SI”, mientras sonríe, cuando le preguntan o dicen eso de “qué bien que vas ahí, ¿eh?.
«Aunque mis hijas, con sus casi tres años, ya van andando a todas partes, yo sigo llevando siempre un portabebé en el bolso (un tonga para más señas). Hace poquito tuvimos que hacer uso de él en una situación un poco delicada… una de las niñas se cayó, se hizo una brecha en la cabeza y hubo que llevarle al hospital para que le cosieran y le observaran. Estuvimos unas cuantas horas, casi todas en la sala de espera comprobando que la niña estaba bien. Ella estaba muy mimosa, sólo quería brazos; mejor dicho, sólo quería tonga. Mi espalda y mis brazos por supuesto agradecen mucho que use un portabebé, pero es que la niña también está mucho más cómoda.
Aunque mis hijos me han salido “enormecillos”, sobre todo la pequeña con sus 14 kgs a los 18 meses, aún empleamos portabebés. Nuestros preferidos: Paño africano en el parque para sube-baja. Futai para paseos largos, aunque si es muy largo la lleva sobre todo papa y mama va con el mayor al que solo hay que subir de vez en cuando en otro futai.
Irene:
De tanto en tanto nosotros porteamos a nuestra hija mayor, que ya va por sus 3 años y 10 meses, pesando 18kg! Las situaciones de porteo no son diarias, pero cuando sucede, tener un portabebés se agradece. En general la llevamos en un mei tai híbrido o en mochila ergonómica.
Muchas veces la llevamos por mimo, porque se ha quedado dormida en el auto y luego hay que caminar hasta la casa, o porque ella lo pide. Va con todo gusto a upa, como si fuera lo más normal del mundo, hablando, cantando o simplemente acostada en nuestra espalda. Suele llevarla con más frecuencia el papá (mientras yo porteo al menor), pero también la llevo yo. Especialmente me gusta sentir que es una niña que vive naturalmene el contacto piel a piel, que siente y necesita de contacto corporal. Y de paso aprovecho yo los mimos que ella me regala.
Sol:
Nuestra pequeña tiene hoy 4 años, ya camina muchísimo, por el monte, en llano, en la montaña… pero, aún, vemos normal que en los paseos más largos, se canse y pida brazos, y, para esos momentos, tener un portabebés, es una gran ayuda, como siempre.
Lo curioso es que, hace un par de años, cuando nuestra niña mayor tenía la misma edad que hoy tiene la peque, mientras su hermanita iba siempre en portabebés, porque aún “era pequeña”, ella, con los 4 ó 5 años, “debía” caminar… aunque por supuesto, en los paseos largos, terminaba en brazos de mamá, o a hombros de papá…. Por suerte en casa ya había más de un portabebés, y nuestra niña era un pequeño torbellino que no paraba quieto (¡aún hoy!) pero era una niña pequeña, con piernas más cortas que las nuestras, con necesidades de contacto y cariño, (más siendo la “hermana mayor”), que todo pequeño tiene, por lo que, aunque todo el mundo la viera “tan mayor para ir ahí”, seguimos llevando otro par de brazos, otro portabebé, para cuando sus fuerzas se desvanecieran o, cuando su necesidad de volver a ser “la pequeña de mamá”, la hiciera pedir brazos o mimos como cualquier niño de esa edad. ¡Y cómo nos gustaba volver a disfrutar de estar así! envueltas las dos como antes, con nuestro querido “trapo”, compartiendo risas, cariños, palabras… esa complicidad única que desarrollan una mamá y su “bebé”, por más “mayor” que parezca. Los niños son buenos, y más sensatos y comprensivos que muchos adultos, con 4 o 5 años ya son capaces de entender que van pesando más, y que mamá o papá sólo pueden un ratito con él, cada vez necesitarán menos, cada vez pedirán menos también…. esos ratitos son un regalo hermoso, tanto para ellos como para nosotros, al menos eso siento yo, que ¡adoro sentir a mis hijas junto a mi cuerpo!, dando y recibiendo tanto amor, tengan la edad que tengan.
Filed under: Textos, Vivencias | Tagged: niños, portabebés |
El artículo es PRECIOOOOOOOSO!!!!!.
XDDDD
Precioso artículo, como siempre…
Ooooh, que ternura.. ha quedado genial!
Nosotros porteamos a nuestro muchachitoa, 4 años y 16kg. Ahora ya lo más comodo se nos hace el fular… Precioso articulo!!!
¡Precioso! Y estas canguras trabajando juntas… ¡emocionante! ¡Os quiero!
«dos en un fular» me ha encantado, me gustará practicarlo con mis peques.
Gracias!
Que bonito, pero q consejo me dais a mi q tengo un peque de dos años y medio q ya pesa casi 22 quilos?? Uso la manduca pero en 30 minutos estoy muerta!! jeje Me aconsejais algun otro portabebes??
Anna
Que bonitooooo me encanta, tengo una nena de 30 meses y cuando era muy bebe use el portabebes 3 veces, siempre se quejaba cuando lo intentaba y siempre me hubiera gustado ese vínculo cercano y poder portearla hasta ahora. Por qué lo la gustaba? La montaba mal?? Es muy activa, no quería estar en brazos muy a menudo. Graviass