¿Cómo llegué a ser abuela canguro? Por Mª Carmen: «…y luego la melancolía de llegar a casa y tener que soltarla»

Todas las tardes salía con mi niña en su sillita; solía bajar de paseo al centro de la ciudad: la niña abajo, yo arriba. A veces hablaba con ella, pero no era fácil porque ella tenía que volver la cabecita para mirarme, además el ruido de los coches no facilitaba la comunicación.

Y todas las tardes, a la caída del sol regresaba. Subía la no tan suave avenida que nos conducía hasta casa: la estampa ya era distinta: mi niña sentada sobre mi cadera, yo la sujetaba a la altura de su cintura con mi brazo izquierdo; con el derecho conducía la sillita vacía. A veces la sillita nos traicionaba haciendo algunas eses, que hacían partirse de risa a mi niña y que a mí me obligaron a llevar muñequera durante bastante tiempo. Supongo que volvería cansada, aunque en realidad no lo recuerdo; pero sin embargo sí recuerdo con claridad que mi niña me acariciaba la cara, se abrazaba a mi cuello, parlucheábamos, nos reíamos… Seguir leyendo

Aventuras de portabebés en el autobús (…o el metro…)

Tomando el metro

He sido una defensora del transporte público desde que nací. Mi primer recuerdo es estar de pie en un autobús abarrotado que va al centro, para acompañar a mi madre a sus clases en el Instituto de Arte. Tomar el autobús es simplemente algo que hago y he hecho casi toda mi vida, así que tiene sentido que siguiera usando este valioso recurso incluso con mi hijo pequeño a remolque.. bueno, cerquita a cuestas, quiero decir, cómodamente atado en mi espalda, o en bandolera en mi cadera. Llevar a tu bebé y montar en transporte público no es, ni de lejos, tan difícil ni intimidante como pueda parecer. Mi primer intento fue cuando mi hijo tenía 2 meses y medio y de verdad necesitaba coger algunas cosas en la tienda de ultramarinos. Esa primera experiencia me enseñó mucho sobre cómo portar un bebé segura y cómodamente en el transporte público. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Eva Margarita: «Mi por si acaso fue mi mejor opción»

abrenoite4Eva Margarita G., (Madrid)

Cuando estaba embarazada, como a muchas otras primerizas, me dio por hacerme con una inmensa reserva de objetos que me dijeron serían “imprescindibles” para la llegada de mi bebé. Y así, compré un gran número de cosas como una cuna, un carro con un montón de complementos, un esterilizador… Por casualidad descubrí por internet el mundo de los portabebés y me compré un fular elástico y una mochila ergonómica “por si acaso”. Cuando nació mi hija, ¡las cosas no fueron como me las esperaba! En cuanto la tuve entre mis brazos, supe que era lo único que quería hacer… Me atrapó para siempre. Así que los objetos “imprescindibles” pasaron poco a poco a un segundo plano total y absoluto, y los portabebés que compré “por si acaso” empezaron a formar parte de mi día a día. Mi preciosa princesa se dormía dentro de mi fular, y era una sensación absolutamente maravillosa, jamás podría haberla sospechado en toda su intensidad. El oler su cabecita, darle miles de besos… ¡Gracias a mi fular pude disfrutar de todo esto durante horas! Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Noelia: «comienzo torpe, final experto»

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La primera vez que me probé el fular, embarazada.

Noelia, Valencia.

Aún no estaba embarazada (pero ya quería estarlo) cuando ví un fular por primera vez. Fue en Vinçon, en Barcelona. Un folleto explicaba que en los países que llevan así a los bebés no existe el cólico del lactante. Me pareció muy tierna la idea, aparte de lo de los cólicos. Así que cuando ya estaba muuuuy embarazada, conseguí que mi yaya me regalara mi primer fular, uno elástico (a ella le parecía algo muy raro, como a casi todo el mundo). Aún no tenía ni idea de lo importante que iba a ser para mí aquella decisión. Seguir leyendo

«¿No es más cómodo el carrito?»

Fular-carrito-007La mayor ventaja del uso de un portabebés en cuanto a su comodidad es la experiencia de ocuparte de tu bebé y al mismo tiempo tener las manos libres.Estar en contacto con tu bebé, jugando con él, riendo con él, no necesariamente tiene por qué impedirte ocuparte, al mismo tiempo, como ya hemos señalado otras veces,  de múltiples tareas, ventaja que se maximiza si hablamos de espacios abiertos.  En comparación con un carrito, podemos hablar de los beneficios que te ofrece el portar a tu bebé diferenciando el tipo de trayecto que vayas a realizar: Seguir leyendo

Llevar al bebé mirando hacia el frente en el carrito puede ser perjudicial para su desarrollo

Artículo extraído de BBC News. Traducido por Red Canguro.

Un estudio sugiere que los niños que son llevados en carritos mirando hacia el frente, no hacia los padres, podrían ver afectado su desarrollo. Los investigadores se dieron cuenta de que los jóvenes del estudio que se colocaron de cara al «conductor» del carrito eran más proclives a hablar, reirse e interactuar. Seguir leyendo