Columpio multiusos con un fular

Artículo de Nohemí Hervada publicado originalmente en su blog Mimos y Teta y reproducido aquí con el permiso de su autora.

Para las adictas al fular portabebé no es novedad que este sirve para muchísimas cosas más que para portear a nuestros hijos.

Algunas los hemos usado de manta, cambiador, cuerda para atar, parasol en el coche, trona improvisada, hamaca, toalla… y mucho más… Mirad por ejemplo este artículo de Red Canguro:

“El fular de los 1000 usos”

Nosotros, en los preparativos para el parto en casa, hemos colocado uno a modo de columpio.

Os explico cómo y por qué por si os da ideas… si no para parir en casa, sí para hacer un columpio para los  más peques ( y los no tanto;-) ).

Primero hace falta un gancho especial para techos. En principio compré unos en Ikea muy económicos, los Ekorre gancho: Seguir leyendo

Sobre la importancia del contacto (parte 2)

ME SIENTO YO PORQUE ME TOCAS. Parte 2: La Mano

Artículo de C. Nisak publicado en maternage.free.fr y traducido del francés por Red Canguro. Título original: “Ma peau, je me sens moi parce que tu me touches” (1985). (Leer aquí la parte 1)

La mano

La mano no es sólo un maravilloso instrumento de acción sobre el mundo exterior, es también una artesana del conocimiento de sí mismo. El niño descubre sus manos en su campo visual; es la primera imagen del cuerpo: juegan además un papel importante en la somatognosis, es decir, en el conocimiento de otras partes de su cuerpo: cara, pies, órganos genitales, ya que pueden agarrarse y los hacen suyos.

La piel es junto al corazón el único de nuestros órganos vitales al que el lenguaje da una gran importancia: tiene multitud de expresiones que la mencionan cuyo poder de evocación es con frecuencia preciado. Seguir leyendo

Derechos del Nacimiento

El día 7 de Junio ha sido declarado por la Plataforma pro Derechos del Nacimiento y propuesto a la O.M.S. como «Día Mundial de los Derechos del Nacimiento».
Red Canguro quiere sumarse a la iniciativa de la Plataforma pro Derechos del Nacimiento, ya que estos derechos están muy relacionados con el concepto de «Crianza en Brazos» que desde nuestra Asociación defendemos.

Aunque somos una asociación que fomenta el uso de portabebés, pensamos que el primer portabebés y el portabebés por excelencia es el cuerpo de la madre, por lo cual debemos procurar que el bebé disfrute de ese lugar único todo el tiempo que necesite. Fomentando el cumplimiento de estos derechos se hacen veraces las palabras de nuestro eslogan: «Bebés en brazos, bebés felices». Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? por Núria: «Me ayudó mucho con los cólicos»

Al nacer mi hijo mayor, que ahora tiene 4 años, compré una bandolera de Crianza Natural. Había leído en los foros de las ventajas de los portabebés y quise comprobar si realmente iba tan bien como decían. Realmente la encontré muy útil, casi siempre iba con él en la bandolera y cuando tenia que tomar el carrito por cualquier cosa, la llevábamos guardada porque tarde o temprano los bebés se cansan del carrito y quieren brazos y así era mucho más fácil. Me ayudó mucho con los “cólicos”, los llantos inexplicables, o los llantos de sueño, porque era ponerlo en la bandolera y calmarse (casi siempre) o quedarse frito.

Usamos la bandolera hasta que mi hijo mayor tuvo unos 2 años y siempre le he tenido un cariño especial porque fue una gran ayuda en la crianza de mi hijo y me abrió la puerta al mundo de los portabebés. También compré una Ergo para ir a la espalda cuando ya era mas mayor pero no acabó de gustarle. Creo yo que es porque estaba acostumbrado a ir a la cadera y no le gustaba ir atrás porque no me veía la cara. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? por Nohemí: » sólo mucho tiempo después comprendí cuánto me iba a servir aquél trozo de tela…»

Cuando estaba embarazada no me planteé algunas cosa por considerarlas totalmente «naturales». Así que cuando me decían: «¿Vas a darle el pecho?» Contestaba: «¡Claro!»… no me planteaba otra opción… De la misma forma pensaba que cuando mi bebé naciera, querría llevarle muy cerca, cogerle mucho, olerlo, sentirlo… disfrutarlo. No pensé que hiciera falta nada más…

Recordé que mi madre había usado una especie de «bolsa de tela» que se colgaba como un bolso para llevar a alguno de mis hermanos…y me dije: «voy a comprarme una mochila portabebés».

Como la mayoría de los que no tenemos información completa acabé comprando una tipo «Baby Björn», y la guardé ilusionada pensando que ya pronto podría usarla con mi hijo.

Y mi hijo nació… y me di cuenta de que aquélla mochila no me servía para un recién nacido… Así que busqué en internet y descubrí los fulares portabebés. Yo que siempre he sido de colgarme muchos trapos me fascinó la idea… un trozo de tela iba a permitirme seguir unida a mi bebé… sólo mucho tiempo después comprendí cuánto me iba a servir aquél trozo de tela… Seguir leyendo