¿Portear en invierno es posible?

Artículo escrito por Jemina Gonzáles Díaz para su blog “Porque mis hijos son mi tesoro” y reproducido con permiso de su autora.  Puedes ver en su publicación original aquí

¿Portear en invierno es posible? ¡Por supuesto que sí!

De hecho es más agradable el porteo en invierno que en verano. Después de todo cubrirse con las capas de ropa que necesitemos según lo frioleros/calurosos que seamos es sencillo. Lo complicado es cuando tienes tanto calor en verano que ya solo te queda ir con traje de Adán por la calle, y ya sabemos que no es práctico, por aquello de que te detienen por escándalo público y tal.

Últimamente, y desde la llegada de estas olas de frío polar, antes llamadas simplemente invierno, no hago más que ver y oír a mamás porteadoras usando el cochecito porque creen que así su bebé va más protegido del frío y del viento.  En alguna ocasión muy concreta podría ser así, sobretodo del viento, pero por lo general junto al cuerpo de mamá o papá siempre estará mejor. Más feliz, más tranquilo y sí, también más calentito.

Niño de casi 4 años haciendo la siesta en una mochila Boba. Cada uno con su abrigo pero con unos buenos calentadores.

Déjame que te cuente las diversas opciones que tienes para abrigaros y seguir porteando bien calentitos. Como son varias las opciones, las voy a comentar desde la manera más barata a la más cara, que no tienen porque ser necesariamente de peor a mejor, simplemente es cuestión de gustos y sobretodo de economía.

Lo primero a tener en cuenta, es que independientemente del tipo de abrigo que elijamos, nuestro peque deberá llevar su propio gorrito, una bufanda si queremos cubrirle la boquita y la nariz (hay mamis que lo hacen, yo no lo soportaba de pequeña y mis hijos son de mi sangre, imposible cubrirles la boca y la nariz), unos guantes para los que quieren sacar las manitas, y unos calentadores para cubrir las piernas. El tema de los calentadores lo encuentro imprescindible, pues al estar sentados en el portabebé, las perneras del pantalón suelen subirse, y así resguardamos del frío sus piernas, cubriendo hasta el zapato para que no entre aire.

Cubrir al bebé con una mantita:  La opción más barata aunque a mi juicio algo pobre ya que no es fácil ajustarla completamente, es poner al bebé en el portabebé delante, ponerte tú tu abrigo o chaqueta y sin abrocharlo coger una mantita de esas que a todas nos han regalado o hemos comprado, y remeterlo por el portabebé de manera que cubra completamente a nuestro peque, excepto la cabeza claro.

Abrigarse cada uno por su lado:  A mí particularmente no me acaba de gustar, pero hay mamis que prefieren que el bebé lleve un buzo para el frío o si son más grandecitos un anorak o chaqueta cada uno. Yo solo le veo la comodidad en caso de niños que ya caminan, pues así en los ratitos que quiere bajar, para andar o para jugar en un parque, por ejemplo, no hay problema de que coja frío. También hay que tener en cuenta el género de los abrigos o chaquetas que llevamos, pues puede dificultar el buen ajuste del portabebé que usemos. Particularmente me cuesta mucho ajustar un fular a la espalda si tanto mi hija como yo llevamos abrigo propio, prefiero usar la opción de mochila o meitai para ir atrás o bandolera/tonga a la cadera.

Hacer un «apaño» Para quienes saben hacer punto o tienen algo de idea, ellas o sus madres, suegras….. este apaño que he encontrado en el muro de una amiga de facebook es de lo más ilustrativo e interesante.  (Nota de Red Canguro, acá puedes ver como hacer tu misma un cobertor)
Usar un abrigo «apañao»:  Esta opción es muy socorrida también. Si tenemos una chaqueta, un abrigo que nos venga suficientemente grande, de nuestro embarazo, de nuestra pareja…. o comprado expresamente para ello en una o dos tallas más grandes que usamos habitualmente, solo es cuestión de abrocharlo por encima del bebé. Yo tengo una chaqueta de punto que como tiene un cuello muy alto, puedo incluso usarlo para cuando porteo a la espalda, que suele ser lo más complicado en cuestión abrigarse.

Utilizar un cobertor de portabebé:  Para mi gusto es una opción de lo más práctico e interesante. Igual que cuando usamos el cochecito solemos comprar el saco para el invierno, para que vayan calentitos, pues un «saquito» especial para usar con cualquier portabebé. Por un lado nos aseguramos que el bebé está bien protegido del frío, tiene una talla única, ajustable, que permite usarlo desde recién nacidos hasta que dejan de ser porteados, se pueden usar delante o detrás, (particularmente me gustan para llevarlos delante, detrás obliga a ponerlos por encima de nuestro abrigo y ya os he comentado que no es la opción que más me gusta) y hay diferentes modelos, según el frío de la zona donde vivimos.

Tener un abrigo de porteo:  Desde luego es la opción más cara pero también la más cómoda. Se trata de una chaqueta o abrigo que permite, mediante una pieza auxiliar que ya viene al comprarlo, abrigarnos conjuntamente tanto si porteamos delante como si lo hacemos detrás. Además si aún estamos embarazadas, nos va genial para usarlo cuando ya no cabemos en nuestros abrigos o chaquetas habituales, y no tener que usarlos solamente desde el cuello a la barriga.  Hay muchos estilos y marcas, pues para gustos ya sabéis, los colores. Hay algunos artesanos, que son de lo más bonitos y a tu gusto, incluso con un poco de estilo, nociones de costura y algo de idea, puedes tú misma coserte uno. Yo tengo 2, uno que compré y que me tunee a mi gusto, que no suelo usar porque no me acaba de convencer, y el Cali Calo, modelo Luna, con el que estoy encantada y porteo a mi pequeñaja a la espalda sin pasar nada de frío, ni ella ni yo.

Abrigo Jolilola y Cali Calo

Hay que decir, que puesto que la mayoría de opciones no nos permiten cerrar nuestro abrigo hasta el cuello, nosotras debemos agenciarnos una buena bufanda, unos guantes y un gorro y ¡ya puede hacer frío!

¿Y qué pasa con el viento?  Pues a no ser que venga un vendaval, con la mayoría de estas opciones estamos bien protegidos. Si el bebé va en posición delantera, siempre será más fácil que le protejamos la carita del viento. Si va atrás, y asomando por nuestro hombro para chafardear (como solemos hacer con los bebés más grandes) si el viento viene de cara, será más complicado, pero tampoco lo veo, particularmente, un motivo para meterlos en la burbuja del carrito. Después de todo no sé los de los demás, pero mi hijo mayor, el único que no fue porteado, no soportaba el plástico del carro, así que como quien dice nunca pude usarlo.

¿Y si llueve?  Con lluvia sí que es un gran qué el dejar el carro aparcadito en casa y portear a nuestro hijo. ¿Quién no se ha encontrado con un día de lluvia, no hace falta que sea intensa, intentado aguantar un paraguas, empujar el carro y mientras el niño berreando porque le da miedo el ruido de la lluvia cayendo sobre el plástico? Al final al menos quien empuja el carro acaba chorreando o peor, el bebé por no querer el plástico.

En cambio cuando porteamos y llueve solo es necesario llevar un paraguas grandecito para que nos cubra perfectamente a los dos, tanto si porteamos delante como si lo hacemos a la espalda. Además tanto los cobertores como los abrigos están hechos de tejidos que repelen el agua, incluso algún cobertor lleva un impermeable extraíble para que nuestro peque esté completamente aislado del agua.

¿Sigues pensando que aparcas el porteo hasta la primavera? Espero que no.  En nuestro canal de videos puedes encontrar videos de cómo utilizar las diferentes opciones para evitar el frío, la lluvia y el viento este invierno.

¡Qué disfrutes de portear a pesar del frío!

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