Piel con piel en pastillas

Comenzamos con la serie de artículos que iremos publicando bajo el lema de «Déjate llevar», lema de la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2013.

Iremos desarrollando el lema en varios conceptos, siendo el primero es «Déjate llevar… por tu instinto». Reproducimos en Red Canguro este artículo de Nohemí Hervada, publicado originalmente en su blog Mimos y Teta y reproducido aquí con permiso de su autora.

Los laboratorios » CopyTheNatural» anuncian el lanzamiento mundial de su último producto.
La solución perfecta para todos los padres.

Cápsulas Piel con Piel

¿Problemas de sueño infantil?

¿Llanto incontrolable?

¿Bebé prematuro?

¿Problemas de cólicos, gases, febrícula, molestias de dientes, hipo, reflujo, ansiedad, hiper o hipotonía…?

¿Cualquier otra patología diagnosticada o sin diagnosticar…?

Con nuestras cápsulas «piel con piel» tomadas de forma regular día y noche le aseguramos que su bebé dormirá más y mejor, evitará y/o mejorará sus problemas respiratorios, reflujo, toses y cólicos.

Y si su bebé es un bebé sano con nuestras píldoras le garantizamos un mejor desarrollo a todos los niveles

Nuestras píldoras ayudan a establecer la lactancia materna y contribuyen a que su producción sea suficiente para la demanda de su bebé. Incluso en casos en los que la lactancia no ha sido posible nuestro milagroso producto favorece la relactación.

Con nuestra revolucionaria fórmula magistral ya no necesitará de otros fármacos con nefastos efectos secundarios.

Nuestras píldoras son el primer medicamento 100% NATURAL , aplicable a TODOS los bebés del planeta, sin NINGÚN EFECTO SECUNDARIO, NI FECHA DE CADUCIDAD.

Su procesamiento está libre de sustancias tóxicas y no hemos contaminado en su proceso de elaboración, procesado, envasado y distribución. Su aplicación tampoco genera residuos.

Es el primer medicamento totalmente ecológico y sostenible.

Nuestro producto tiene además la peculiaridad de ser beneficioso para la madre* también:

Reduce los niveles de estrés propios del puerperio
-Contribuye a la recuperación en caso de parto complicado y/o separación post-natal
-Fortalece el vínculo y/o contribuye a establecerlo
-Refuerza la autoestima
-Mejora las capacidades como madre
-Evita y/o disminuye la depresión postparto

Sabemos que parece increíble… por eso como oferta de lanzamiento le ofrecemos la posibilidad de probar nuestras maravillosas píldoras GRATIS.

Estarán disponibles en TODOS los hospitales y centros maternoinfantiles del planeta, en casas de parto, en domicilios particulares… incluso en ambulancias, taxis o aviones, por si se presenta el parto en un lugar inesperado.

SOLO TIENE QUE PEDIRLAS

Lilongwe, Malawi, 2010

Suena a broma ¿verdad?

Quizás cuando la industria farmaceútica consiga «encapsular el piel con piel» y comercializarlo, los profesionales de la salud empiecen a darse cuenta de la importancia de esta práctica.

Porque parece que lo artificial es siempre mejor, porque a base de intentar copiar lo que traemos de serie han conseguido que muchos crean que es así.

Porque se empeñan en administrarnos oxitocina sintética para parir, en vez de proveernos las condiciones adecuadas para que actúe la propia.

Porque confían más en una fórmula exógena para alimentar a nuestras criaturas que en el alimento que produce la propia madre.

Porque nos roban los cuerpos de nuestros bebés para darles calor con una lámpara artificial en vez de dejarlos sobre los nuestros.

Porque se creen con el derecho de separarnos de ellos con la falsa excusa de que es lo mejor.

Pues bien… NO ES CIERTO, aunque como sociedad nos lo hemos creído… Pero la realidad es que:

No hay motivo para que unos padres no estén en contacto estrecho con sus bebés.

NO hay motivos para no aplicar el piel con piel, si no es con la madre, con el padre.

NO hay motivos para que un bebé/niño hospitalizado no tenga a sus padres al lado.

NO hay motivos por los que un médico, enfermera, auxiliar pueda estar cerca de un bebé y tocarlo y los padres no.

NO hay motivos REALES, solo PREJUICIOS

EXIJAMOS LO QUE SABEMOS ES LO MEJOR, LO QUE MERECEMOS Y A LO CUAL TENEMOS DERECHO

EXIJAMOS EL PIEL CON PIEL

EXIJAMOS EL CONTACTO CONTINUO CON NUESTROS HIJOS CUANDO MÁS LO NECESITAN

No hay límite para disfrutar del piel con piel

No hay límite para disfrutar del piel con piel

Plegado de bandoleras

Artículo escrito por Marta Gonzáles Fernandez y Sol de Z para Red Canguro

Las bandoleras son uno de los portabebés más prácticos y cómodos, son rápidas de poner, ocupan poco espacio, son frescas y se pueden usar desde el primer día y hasta el fin del porteo.

El abanico de tejidos que se puede utilizar para su confeccionar hace de ellas un portabebé muy personalizable. Además la forma en que las anillas se unen con la tela puede adoptar también diferentes pliegues y costuras que hacen que se adapte de una manera u otra al hombro del porteador.

Precisamente el tema de los plegados de bandolera o la forma en que se cosen las anillas se repite frecuentemente en los foros de porteo.

Es importante comenzar diciendo que no existe un plegado mejor que otro, ni siquiera el hecho de que exista un plegado más nombrado en algún foro quiere decir que ese sea mejor que otros. Simplemente puede ser que sea de los más sencillos de coser, o de los más conocidos en nuestro país, o el preferido de unas cuantas mamás o no.

Cualquier plegado es bueno si al porteador le resulta cómodo. Hay personas que han renunciado al uso de la bandolera de anillas porque sólo conocen un tipo de plegado, generalmente el más sencillo (el que no lleva un tipo de pliegue específico) y no les parece cómodo. Así, estas mismas personas, al probar otros tipos de plegado suelen re-descubrir las bandoleras y convertirlas en uno de sus portabebés favoritos. Otras, sin embargo, prueban otros tipos de costura (en pliegues, en abanico, etc ) buscando más comodidad y descubren que no necesitan otro plegado, que el más sencillo es el que mejor les va.

¿Cómo saber si un plegado te va bien o no?


Por lo general la única manera de saberlo es probando varios. Si conoces a mamás o papás canguro que usen bandoleras estaría bien poder probarlas antes de decidirte cómo será la tuya.

Una de las razones por las que a diferentes personas no le valen los mismos tipos de plegados es que no todos tenemos el mismo tipo de hombro (más redondeados o más puntiagudos), ni somos igual de delgados ni de musculosos, ni tenemos el cuello o el brazo igual de largo.

Por otro lado hay que tener en cuenta también que no todos los plegados funcionan igual en todos los tejidos, por lo que un plegado que te funciona bien en una tela muy fina puede que no te resulte igual de cómodo en otra muy gruesa.

De todos modos, por lo general, una vez que pruebas un plegado que resulta de tu agrado, ese suele ser el plegado que prefieras con la mayoría de tejidos.

Vamos a ver en detalle diferentes tipos de costura para bandoleras de anillas:

  • El plegado simple o normal (conocido como “tipo Sakura” en relación a una marca comercial) lleva la tela cosida sin pliegues en las anillas. Este plegado es el que más se extiende por el cuello y el brazo. Es también el que algunas personas han manifestado que se les clava en las zonas que corresponden a los extremos de la tela (el borde que apoya sobre el cuello y el borde que cae bajo en el brazo) ya que esas son justamente las zonas que más peso soportan (la espalda y las corvas del bebé)

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Los siguientes ya son plegados más elaborados, justamente pensados para evitar ese exceso de “desboque” de los bordes de la tela.

Con respecto a estos otros plegados hay una cosa en común que hay que tener en cuenta, la costura debe estar hecha lo más próxima posible a las anillas, sino, al posicionar la bandolera sobre el hombro, resultará incómodo y, para lograr el despliegue correcto sobre la espalda, tendremos que dejar las anillas demasiado bajas, causando una mala postura. Esto que parece poco importante, no lo es. De hecho algunas marcas comerciales pueden utilizar el mismo plegado que otras pero con distintas distancias entre la costura y las anillas y, por este motivo, resultar unas muy cómodas y otras prácticamente inutilizables.

Dentro de los distintos plegados también encontraremos otras diferencias, en especial la estética y la forma en que apoyan sobre el hombro y derivan el peso hacia la espalda.

    • El plegado de tablas o fuelle, de “tipo SBP” (hace referencia al plegado de las bandoleras Sleeping Baby Productions), es muy llamativo estéticamente, queda más recogido en el hombro, despliega menos. El plegado de tablas asimétricas de las bandoleras Oopa sería una variante de éste pero con pliegues asimétricos.

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  • El plegado de dobles tablas o “tipo kalea” con tablas en los laterales y un espacio sin pliegues en el centro puede ser con los pliegues hacia el interior (sería el original) o hacia el exterior, cubriendo el dobladillo lateral (sería entonces un inverso). Se parece al plegado de tablas, tipo SBP. Despliega bastante por el hombro pero no sube hacia el cuello ni baja tanto hacia el brazo como ocurre con el tipo simple o Sakura.

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  • El “plegado marsupina” bautizado así en honor a Sol, que lo lleva utilizando años en sus bandoleras, es una variación del “plegado acordeón” que no despliega mucho en el hombro por los pliegues previos a la costura, muy característicos por su unión central y por resultar un conjunto de capas de tela que ofrece incluso cierto efecto de “acolchado”.

marsupina pfau 4

  • El “plegado PMC” (en referencia a MisCanguritos) antes conocido como marsupina y rebautizado tras comprobar con Sol que no es el mismo que ella utiliza, es una variación del box pleat. Las capas de pliegues son las mismas que en el de Sol pero en vez de plegar doblemente en el interior se pliega una vez hacia adentro y otra hacia fuera.

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  • El “plegado PMC inverso” es una variante más en la que la colocación de las capas de tela se hace igual que en el PMC, pero luego se dobla al contrario que éste, quedando en el interior de la costura la unión central y una superficie sin uniones en la cara vista del plegado.

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  • El plegado en “acordeón simétrico”, es otro tipo de plegado similar estéticamente al marsupina y al PMC pero con menos pliegues en la formación de la costura, quedando los dobladillos vistos en el exterior, lo que no ocurre con el marsupina y el PMC, en el que la capa del dobladillo lleva otra superior.

acordeon simétrico 7

  • El plegado “acordeón simple”, un tableado sencillo pero también efectivo, que resulta en una superficie amplia de apoyo para el hombro pero que no despliega demasiado hacia zonas problemáticas como hombro y cuello.

acordeon simple 8

  • El plegado «Hot Dog». Un plegado un tanto diferente a los anteriores. En este plegado, los extremos o dobladillos de la tela quedan hacia el interior de la costura, lo que no ocurre en todos los anteriores.

  • El plegado Tijera usado por la marca «Didymos». El tableado de este plegado termina con los dobladillos partiendo de la parte central de la costura por lo que para desplegarse correctamente tienen que abrirse desde dentro hacia afuera.

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En todos estas plegados el uso es indistinto en ambos hombros.

Otros tipos de plegados, como las de las bandoleras PSling, Crianza Natural, etc. se recomiendan para un sólo hombro, derecho o izquierdo, por lo que al adquirirlas es necesario indicar el hombro donde apoyarán las anillas según tu preferencia. Por lo general este tipo de plegado resulta muy cómodo en su forma de apoyar sobre el hombro, ya que las capas de tejido hacen casi como un pequeño acolchado , y, según su cosido, permiten un buen despliegue por la espalda. La principal desventaja que presentan es que sólo pueden utilizarse en un hombro, (aunque pueden usarse del revés en el hombro contrario, perdiendo estética y comodidad dependiendo otra vez del tipo de cosido) reduciendo las posibilidades de turnar de lado para dejar descansar el hombro.

En todas las bandoleras es recomendable cambiar de hombro, pero también es verdad que poca gente lo hace en realidad.

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¡Y hay más!, Pues claro: la imaginación, y las ganas de probar distintos apoyos, llevan a que casi cada día, las madres que cosen y casas comerciales, prueben distintos plegados.

¿Cuál será el que mejor se adapte a ti?, sólo tú lo sabrás, puede que pruebes uno y en ese instante te enamores de él o que al probarlo no termines de sentirte a gusto, si te pasa esto último no te desanimes, seguro que tú también encontrarás tu plegado preferido, ese que te permita disfrutar de las bandoleras haciendo de ellas un portabebés casi, (¡O completamente ¡) IMPRESCINDIBLE.

Miscanguritos (3) copia

La Red Canguro, Asociación Española por el Fomento del Uso de Portabebés, es una asociación sin ánimo de lucro que se estableció en noviembre de 2008 con los fines de fomentar el uso de portabebés entre madres y padres y cualquier persona interesada, difundir información relacionada, servir de contacto y apoyo a personas que deseen iniciarse en el mundo de los portabebés, alentar el encuentro e intercambio de información y experiencias entre personas usuarias de los mismos, aumentar el nivel de conocimientos sobre el porteo de bebés en castellano y fomentar y difundir la crianza con apego. Para más información sobre estos temas, visita: http://www.redcanguro.org

Creative Commons License by Red Canguro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 España License.

Puedes reimprimir o distribuir este artículo libremente en cualquier medio (ya sea impreso, en un sitio web, o en un correo electrónico) con la única condición de que mantengas el título, contenido y el pie del articulo con la informacion de nuestra asociación intactos, y que todos los enlaces a nuestro sitio web esten presentes.

A dormir felices en portabebé

Hoy, 29 de junio, se celebra el Día Mundial del Sueño Feliz, que se empezó a «festejar» el año pasado, cuando la comunidad virtual se concentró ese día, en hablar de la importancia de cuidar el sueño de los bebés desde el cariño, el respeto por los tiempos y la paciencia por parte del adulto.  El sueño infantil es una parte muy importante del porteo, porque los portabebés son una herramienta muchas veces importantísima para ayudar a conciliar el sueño de nuestros hijos.  Muchos bebés a los que les cuesta conciliar el sueño, es subirlos al portabebé, «bailar» un poquito con ellos, y es quedarse dormidos.  Que un bebé se duerma en portabebés es una situación muy común.  Una frase que las mamás porteadoras utilizamos con frecuencia es «Este portabebé vino con magia de sueño», porque muchas veces es colocar al bebé en el portabebé y que se duerma es cuestión de minutos.  Cuando esto sucede, la preocupación, muchas veces (y más si tenemos que estar activas) es cómo le sostenemos o sujetamos la cabecita al bebé dormido.  Los portabebés ofrecen varias alternativas para ello.  Medida importantísima de seguridad, siempre mantener sus vías respiratorias despejadas.

Aquí les mostramos en varios videos como conseguir sujetar la cabecita de los bebés dormidos.

 

Sostener la cabecita del bebé en nudo cruz envuelta en fular elástico, mostrando varias opciones, con bebé recién nacido.

 

Video de doble hamaca con fular tejido.  Al final del video se muestra como colocar el fular para sostener la cabeza del bebé dormido.

 

Con fular tejido, nudo mochila cruzada.  Cuando el bebé se queda dormido, se muestra como sujetarle la cabeza con los tirantes del fular.

 

Con mei tai a la espalda, luego, al quedar dormido se le cubre la cabeza con una capucha.

 

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Porteo seguro, tu bebé al alcance de tus besos y con su espalda bien sujeta.

Aquí les presentamos los últimos dos carteles de la campaña de #porteoseguro.

La espalda bien sujeta

La espalda del bebé debe estar bien sujeta a lo largo de toda la columna vertebral y manteniendo la posición vertical, y una tensión correcta.
Dependiendo de la edad y el desarrollo físico del bebé, el portabebés deberá ir más o menos alto. Así, en bebés recién nacidos, que aún no sujetan el cuello, el portabebés debe llegar a la altura de sus orejas, pero no tapando las orejas, sino a la altura de la mitad de la oreja, porque si las tapas, colocas demasiado alta la tela, y así si el portabebé no está bien ajustado se va haciendo el bebé una bolita dentro del portabebé y se le escurre la cabecita hacia adentro.   A medida que van creciendo, la tela puede ir descendiendo para dejarles margen de movimiento, pero en ningún caso deberá bajar de la altura de las axilas.

sujetar la espalda

Al alcance de tus besos

Al alcance de tus besos: tu bebé debe posicionarse alto, sobre tu pecho, deberías poder darle un beso en la cabecita (¡y te recomendamos que lo hagas a menudo!). Porteando alto garantizas que esté más cerca de tu centro de gravedad. Algunos portabebés inseguros llevan al bebé colgado muy bajo, debajo del ombligo o cerca de la cadera. Esto puede acarrear algunos problemas como dolores de espalda en el porteador y obstrucción de las vías aéreas del bebé.

Bebé muy bajo, y bebé al alcance de tus besos

Bebé muy bajo, y bebé al alcance de tus besos

 

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Aniversario del Blog de Red Canguro

El 29 de mayo de 2008 el Blog de Red Canguro empezó sus andanzas. De ese tiempo a esta parte, muchas madres canguras han colaborado en su edición, otras recopilando artículos, otras escribiéndolos, y muchas, muchas más difundiéndolos. Un sin fin de historias y experiencias han pasado por aquí. Les dejamos en esta ocasión unas palabras de Elena López y Nohemí Hervada, miembros fundadores de Red Canguro. Muchas gracias a todos los que han colaborado para que este blog crezca un poquito cada día.

«Buenos días, mi nombre es Elena López y soy una de las fundadoras de Red Canguro. Junto con Nohemí Hervada, otra de las fundadoras y presidenta los primeros años, os grabamos este vídeo con motivo del aniversario de la Asociación, pero por algún motivo técnico que desconozco, la primera parte del vídeo se estropeó, qué suerte tengo, justo donde más hablo.

Así que os escribo para completar mi intervención. En la parte que se ha perdido, os contaba lo orgullosa que estoy de haber participado en la gestación y nacimiento de Red Canguro. Siempre que veo un bebé cerquita del corazón de su mamá o papá, especialmente si es en portabebé ergonómico, esbozo una sonrisa y no puedo dejar de pensar que Red Canguro ha tenido algo que ver con ello. Porque gracias a su trabajo de difusión y a la labor que se realiza de promover el encuentro madre-a-madre (y con padres también) el porteo se conoce cada vez más y está más normalizado.

Estoy orgullosa de haber estado en ese momento y de haber conocido y compartido con el grupo de maravillosas mujeres que nos juntamos en esa aventura. A todas les sigo la pista más o menos, algunas son amigas y otras son COMADRES. He tenido mucha suerte, no solo estuve en un momento que considero histórico para la crianza con apego en el mundo hispanohablante sino que además me he llevado un grupo de hermanas con las que comparto todo tipo de proyectos de vida y de emprendimiento, además de muchas risas.

También estoy por supuesto muy orgullosa de los padres que se deciden a portear por los motivos que sean, y disfrutan del porteo, y, perteneciendo o no a Red Canguro, participan en su difusión. Nuestra labor sin ellos no sería posible.

Y, como no, de las madres que están en la Asociación ahora mismo más activas, pero eso ya sí que está en el vídeo, así que no me queda más que despedirme y daros las gracias por leerme, e invitaros a ver este vídeo que con mucho cariño hemos preparado.

Si tu porteas, ell@s también

Texto escrito por Ana Marta originalmente para su blog Portabebés Dealgodon.com y reproducido aquí con permiso de su autora.  ¡Muchas gracias!

Siempre me encantó un anuncio para el fomento de la lectura que se titulaba “Si tú lees, ell@s leen” (os lo pongo aquí por si queréis recordarlo). En aquel momento en el que yo no tenía hijos, ni proyecto de tenerlos, me llamaba la atención cómo padre e hija desayunaban en una coreografía milimetrada. Está claro que es una exageración, pero no sospechaba en ese momento, lo que cunde el ejemplo que damos a nuestros hijos.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=QuWWWrWCQZg

Este otro video nos hace reflexionar sobre todo lo contrario, cómo nuestros malos hábitos son para ellos una influencia negativa:

http://www.youtube.com/watch?v=iCCH9wubemk&feature=player_embedded

Ambas historias vienen a ilustrar cómo somos los modelos de nuestros hijos. Los niños necesitan de nuestro ejemplo positivo y de nuestra coherencia entre lo que les decimos y lo que hacemos.

A mi hija de dos años y medio le encanta jugar a las mamás. Esto es en ella un interés innato, natural, comprobado porque su hermana mayor ha tenido al alcance los mismos elementos de juego y nunca ha manifestado un gusto tan definido. No hay un lugar a donde mi pequeña no vaya con su bebé, al que cuida con verdadera atención. A su bebé lo coge y deja con muchísimo cuidado, le cambia el pañal, lo arrulla, lo mece, le canta, todo con la habilidad que su corta edad le permite, pero con una ternura enorme. Pero hay dos cosas que hace que por encima de todo me emocionan y es cuando, como ella misma dice, le da tetita y se pone al muñeco en su fular. ¡Le chifla! Y se pasea casa arriba y abajo con su bebito a cuestas como si estuviera de paseo.

Porteando al bebé en un Suppori

Porteando al bebé en un Suppori

Nuestros hijos de hoy, tendrán muchas posibilidades de ser los papas canguros de mañana y la idea me encanta. Se trata de otro pasito más para la crianza en brazos. Por eso a disposición de mis hijas siempre hay pañuelos, pouches hechos de punto y portamuñecos comerciales, para que si quieren, puedan jugar a llevar a sus bebés.

Tenemos en casa dos libros muy bonitos que tratan el tema. Se titulan “El bebé de la mochila” y “A ride on Mother´s back”. El primero, impreso en cartón y con un tamaño muy manejable para niños pequeñitos, nos cuenta la historia de un bebé que descubre el mundo llevado en la espalda de su papá. El segundo (en inglés, no lo he encontrado traducido), nos explica cómo los bebés de todo el mundo son llevados por sus padres y tiene unas ilustraciones preciosas.

Libros para niños sobre portabebés

Libros para niños sobre portabebés

Y los mismos muñecos también llevan a su bebé, como la Nancy que estas navidades llegó a casa y que lleva a su hermanita en una bandolera de anillas o un barriguitas que tenemos, de un papá que lleva a su hijito en una mochila.

Muñeca Nancy con bandolera de anillas

Muñeca Nancy con bandolera de anillas

Este otoño vivimos una experiencia muy linda con mi hija de cuatro años. Teníamos que ir a su clase para contar a sus compañeros “en qué somos especialistas en casa”. Le dimos bastantes vueltas a la idea porque especialistas, especialistas…  Entonces se nos ocurrió la idea de hablar a los niños sobre el porteo, de cómo llevamos a nuestras hijas y de cómo ellos podían jugar a llevar a sus muñecos. Le preguntamos a nuestra niña  y estuvo de acuerdo, así que allá nos fuimos cargados de pañuelos y muñecos. Primero proyectamos una presentación en la que hablamos de cómo los canguros, los monos y los koalas llevan a sus bebés pegaditos. Esto ya atrajo bastante su atención, porque a los niños les encantan los animales. Luego les mostramos muchas fotos de papás de todo el mundo llevando a sus hijos, y también papás de aquí y por supuesto, fotos nuestras llevándolas a ellas. Mi hija se mostraba tan feliz. Acabamos la presentación con fotos de niños llevando a sus muñecos y les preguntamos ¿quién quiere jugar a llevar al bebé? Y ya nos lanzamos a ponerles a todos un pañuelo o un portamuñecos y por allí anduvieron jugando un ratito. Lo disfrutaron mucho y  a la profesora le encantó la actividad. Y así pusimos otro granito. Y poco a poco andamos con ellas el camino y quien sabe si mañana, serán mamás canguro.

Porteando a Minnie en un pañuelo

Porteando a Minnie en un pañuelo

Portabebés: ¿Cómo coser una bandolera de anillas?

Artículo escrito por Sol originalmente para el blog Marsupina, mamá cangura, y reproducido en Red Canguro con permiso de su autora.  ¡Muchas gracias!

La bandolera de anillas (sling ring) es un portabebés muy versátil, ocupa poco por lo que se puede llevar en un bolso y es rápido de poner y quitar.

Resulta especialmente interesante para bebés pequeños que pesan poco y es muy cómoda para dar de mamar permitiendo pasar de la posición erguida a tumbada con un simple movimiento sin necesidad de quitarla; pero su utilidad no termina cuando el bebé crece, incluso con bebés mayorcitos resulta extremadamente práctica, en especial cuando empiezan a andar y piden suelo y brazos constantemente.

Para mí las bandoleras son portabebés “base”, de esos que deberían existir en cada fondo de armario de una familia con bebés o niños pequeños. Y es que no sólo son practiquísimas, sino que también ¡puedes hacerla tú misma!

Sólo necesitas una buena tela de unos 2 metros de largo y unos 65-70 cm de ancho, un par de anillas testadas parar soportar el peso del bebé y un poco de tiempo para coser, si tienes máquina ¡mejor! pero, para según qué tipos de plegado, la máquina de coser no es imprescindible (siempre y cuando hagas costuras de seguridad)

Claro que entonces surgen principalmente 2 dudas: ¿qué tipo de tela? y ¿qué tipo de anillas?… y, es que en el tema telas ¡hay un mundo para elegir!, las anillas entonces dependerán de ésta, de su composición y grosor, así, las telas más gruesas y tupidas necesitarán anillas más grandes mientras que telas más finas y “resbaladizas” funcionarán mejor con las anillas de diámetro mediano.

Pinchando sobre TELAS y sobre ANILLAS para bandoleras, puedes leer sobre ellas un poco más en profundidad.

Una vez que escogimos la tela y las anillas más apropiadas para ella, estamos listos para coser nuestra propia bandolera.

Lo primero que tendremos que decidir es de qué largo la queremos, y, sobre esto, también tenemos mucho para elegir, puedes leer un poco más sobre el largo de la bandolera pinchando en: “Bandoleras de cola larga o cola corta”

Una vez decidida la longitud ya sólo nos queda cortarla. Por lo general las telas se venden por metro y son de 1,40 a 1,65 m de ancho, por lo que, con 2 metros de tela nos alcanzará para hacer 2 bandoleras de cola “normal” y unos 70 cm de ancho.

Lo ideal es tener una mesa larga, para poder extender la tela cómodamente, medirla y cortarla, pero, si te pasa como a mí, que tienes una mesa pequeñita, siempre puedes extenderla sobre el suelo (no te olvides de limpiarlo antes! con niños puedes encontrarte una sorpresa en cualquier momento (¿o sólo me pasa a mí?!) )

Una vez que tenemos nuestro trozo de tela de la longitud elegida ya sólo nos queda ¡comenzar a coser!

Lo primero que haremos será coser los dobladillos, yo los hago de unos milímetros menos de 1 cm (unos 0,70-0,80 cm) pero eso va en gustos, y lo hago sujetándolo con alfileres:

Y luego simplemente lo coso con la máquina de coser (esto puedes hacerlo a mano facilmente, te llevará tiempo, pero como ves, ¡sin máquina también lo puedes hacer!)

Una vez cosidos todos los dobladillos toca la parte más “personal” de la bandolera, hacer el plegado que llevará en el hombro.

Sobre plegados también hay todo un mundo para elegir, y, en general, el que mejor se ajuste a ti, dependerá de tu tipo de hombro (más “puntiagudo” o más redondeado) y de tus preferencias, y, por supuesto, del tipo de tela que hayas elegido para tu bandolera.

El más común es el plegado que yo llamo “simple”, el que en realidad no lleva un plegado específico, sino que sólo se pliega la tela para pasarla por las anillas pero luego se cose sin una “forma” en particular, sino simplemente se unen los dos trozos de la tela para sujetar la anilla.

Este tipo de plegado en los foros de porteo suele conocerse como “sakura” en referencia a la marca de unas bandoleras cosidas de este modo aunque no son las únicas que se cosen así, y, es este tipo de plegado el que podrás hacer más facilmente, sin calcular mucho y sin máquina de coser (¡si tienes máquina mejor!), ya que el grosor a coser es solamente el de 2 telas. Para el resto de plegados (¡que hay muchos!), ya se necesitan tomar algunas medidas y, por el grosor a coser, a mano resulta más engorroso (sino imposible…) e incluso para según qué telas no cualquier máquina de coser bastará, en esos casos necesitarás una máquina de coser que pueda soportar costuras que “abulten” mucho (como las costuras de los dobladillos de vaqueros).

A mi en particular este plegado (o la falta de plegado) no me resulta cómodo, se me “desboca” hacia arriba y abajo y se me termina clavando en el cuello y limitando el movimiento del brazo; sin embargo a otras personas sí les va bien, llegando a ser su preferido. Otra vez, como en casi todo en el mundo de los portabebés, cada persona tendrá sus preferencias, lo ideal sería que pudieras probar varios antes de coser tu bandolera.

En una próxima entrada intentaré resumir algunos de los plegados más conocidos, de momento os dejo el enlace a una entrada de Familia Libre donde nos enseña dibujos con algunos de estos plegados (puedes probarlos medianamente en casa haciéndolos en tu tela y apoyándolo sobre tu hombro, antes de coser)

Una vez elegido el tipo de plegado ya sólo nos queda hacerlo, pasar la tela por las anillas y coserlo. En este caso escogí el plegado “marsupina” (nombre que le dio una compañera del foro, (¡que es un encanto!) cuando comenzó a coser bandoleras con el plegado que yo les hago a las mías ^_^) para mi tipo de hombro al menos, es el que me resulta más cómodo, aleja los extremos del cuello, no cae sobre el brazo, soporta el peso hacia la parte más prominente del hombro y despliega por la espalda derivando gran parte del peso allí, y de ahí a las caderas.

Según el tipo de plegado que elijas será más o menos importante la distancia de la costura hasta la anilla. Por ejemplo, con el plegado simple, no es “tan” importante, la distancia a la costura estará en relación con el grosor de la tela y la posibilidad que te de para poder coser sin que se hagan “saltos” o “grumos”, es decir, lo ideal es hacer la costura lo más próximo a las anillas, pero con la distancia suficiente como para poder coserlo “extendido”, como si no hubiera plegado. Klara, de Twins Outside, nos cuenta con un montón de fotos, cómo coser este tipo de plegado.

Por el contrario, con el plegado que me gusta, mientras más próximo a las anillas ¡mejor!, de manera que puedas poner las anillas altas (a la altura de la clavícula más o menos. AQUÍ puedes ver cómo colocar la bandolera) y dejar que la tela despliegue bien por la espalda. Para eso lo doblo de manera que, al pasar la máquina, (cosiendo en perpendicular a los bordes) la aguja quede casi al lado de la parte más “saliente” de las anillas, creo que en la foto se ve mejor (calcula unos centímetros extra para las subsiguientes costuras):

Lo más importante de este paso es hacer al menos 3 pasadas (3 costuras) y, si es posible, que alguna de ellas sea “más fuerte”. En mi caso siempre hago mínimo 3, dos normales y una con dibujo, (¡o los dibujos y detalles que se me ocurran para decorarla!), y, al final, le coso una etiqueta con la que termino de “recontra-asegurarla” ;P

Si vas a coserle una etiqueta (con el nombre de tu bebé bordado en ella, por ejemplo), también puedes ponerle un pequeño ganchito para colgar un bolso pequeñito, un juguete o unas llaves; el ganchito suele resultar muy práctico aunque tiene la “contra” de que suele llamar la atención del bebé y, muchos, ¡harán lo imposible por llevárselo a la boca!. Otra vez, elegir ponerle ganchito o no, es cuestión de gustos.

¡Y ya está!, ya tienes una practiquísima bandolera de anillas, y, lo mejor, a tu gusto, ¡hecha por ti!

Espero que te haya resultado útil y, muy pronto, me cuentes lo felices que estáis con vuestro nuevo portabebés : )

Porteo seguro: colocar bien al bebé

En Red Canguro pensamos que el tema de la seguridad en los portabebés y el uso seguro de los portabebés es de suma importancia. Por eso irémos publicando una serie de artículos relacionados con el tema.  Empezamos con este artículo escrito originalmente por Elena López para su blog De Monitos y Risas y reproducido aquí con permiso de su autora

El porteo, afortunadamente, es cada vez más común. No es tan raro como antes cruzarte con una familia que portea o ver portabebés ergonómicos en las grandes superficies. Pero esto también tiene su parte negativa, y es que no todo el mundo sabe usar correctamente el portabebé que tiene (bien porque no ha tenido asesoramiento, bien porque no han sabido asesorarle correctamente o bien porque directamente les han asesorado mal).

Un portabebé no es en sí mismo un dispositivo de seguridad. El portabebé, como cualquier otro producto de puericultura, puede resultar peligroso si hay un mal uso. Tan peligroso, que los bebés pueden incluso morir. De hecho, hay bebés que han muerto por un uso inadecuado de un portabebé. En 2010, la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos (encargado de advertir y proteger del riesgo de lesiones o muerte relacionado con el uso de productos de consumo) puso una alerta y publicó unas recomendaciones del uso correcto de los portabebés, debido a la muerte de 14 bebés por asfixia, de los cuales 12 tenían menos de 4 meses (estas muertes han ocurrido en un periodo de tiempo de 20 años, en Canadá se han registrado dos muertes desde 1995). Tenéis la versión en castellano de dichas recomendaciones en este enlace.

Nos ha llegado la reciente noticia de la muerte de un bebé, aquí en España, por el uso inadecuado del portabebé. No quiero ahondar en ese caso en concreto, no puedo imaginar el dolor de esa madre. Pero sí quiero dar una guía sobre el uso seguro de los portabebés, con la esperanza de que llegue a la máxima cantidad de gente posible. Empezamos conociendo la postura fisiológica en la que ha de ir el bebé y, teniendo en cuenta esto, qué tener en cuenta a la hora de elegir portabebé.

La postura correcta.

La primera norma de seguridad es, sea cual sea el portabebé que utilices, coloca al bebé en la posición fisiológica.

Postura ranita en un recién nacido

A esta postura la conocemos, al menos aquí en España, como postura “ranita”: la espalda del bebé se redondea hacia delante, adquiriendo una forma de C, que protege el desarrollo de su columna. Las rodillas del bebé se mantienen por encima del nivel de su culo, de manera que dibujan una M. Y ambas piernas mantienen entre ellas un ángulo de 90º (aproximadamente). Esta postura garantiza el correcto desarrollo de la cadera del bebé. Además, como el cuerpo funciona como un mecano, cuando las piernas-caderas mantienen esta posición, la espalda (si está el bebé relajado) se redondea hacia delante (probad a poneros en cuclillas y relajar la espalda). Es, por otro lado, la postura que un bebé recién nacido adopta por sí mismo.

Además, con esta postura se activa el bloqueo cervical, que protege el cuello del bebé de posturas demasiado forzadas (de nuevo os invito a probarlo: ponéos de pie y echad la cabeza todo lo que podáis hacia atrás, ahora, probad de nuevo en cuclillas).

Cuando llevamos al bebé tumbado, obviamente la apertura de las piernas ya no puede ser de 45º, sino que irán pegadas. Las rodillas tampoco pueden ir más altas que el culo. Por esto, las posturas tumbadas son inadecuadas para niños con “click” de cadera o cualquier otro problema de cadera. Por otro lado, los bebés muy regurgitadores o con reflujo preferirán la posición vertical ya que previene o disminuye los episodios de reflujo y regurgitación. Y, por último, hay bebés que, simplemente, no quieren ir en postura tumbada, no pasa nada, un bebé recién nacido puede ir perfectamente en postura vertical.

Postura ranita

En la imagen (puedes ampliar las imágenes clickando sobre ellas) vemos la postura:

  • La espalda va redondeada, manteniendo la curvatura incluso hasta las cervicales. Pero el bebé no va colgando ni flojo, la tela está suficientemente tensa como para darle soporte a cada zona de la espalda individualmente, de modo que toda la espalda del bebé va relajada y sin sostener peso. Así, se respeta la curvatura natural de la espalda del bebé recién nacido (o del que es más grandecito cuando se relaja y-o duerme). Si hay zonas con insuficiente tensión o arrugas, el bebé puede “volcarse” hacia un lado o redondearse en exceso.
  • Las rodillas van más elevadas que el culo del bebé (en un ángulo de flexión de 100º), aproximadamente al nivel del ombligo del bebé. Además, se abren rodeando al portador, formando un ángulo aproximado de 90º entre ellas (45º abducción).
  • La cadera del bebé va basculada hacia delante, de modo que es el periné del bebé lo que apoya sobre el cuerpo del portador y no el pubis. Esta correcta posición de la cadera es lo que permite que la espalda se redondee y que las piernas puedan cerrarse haciendo un ángulo de 90º grados entre ellas. Si lo que apoya es el pubis, la espalda se endereza y las piernas se abren bastante más, hasta el punto de poder llegar a los 180º, totalmente abierto, si el portador es muy ancho y plano (por ejemplo, a la espalda de un papá de talla XL).
  • La cabeza del bebé va apoyada sobre el cuerpo del portador, y firme pero suavemente sujeta por la tela del portabebé, de modo que la cabeza del bebé no puede descolocarse por un movimiento del portador. Tampoco puede bajarse de modo que toque la barbilla con el pecho, ya que la tensión de la tela y el cuerpo del portador se lo impide.

Vías respiratorias libres

Y esto, que la barbilla del bebé no toque con su pecho, es sumamente importante para evitar la asfixia del bebé. Las vías respiratorias de los bebés son muy “blanditas” debido a la inmadurez de su organismo. Además, se encuentran situadas muy superficialmente, de modo que, si la barbilla del bebé toca su pecho, es muy posible que las vías respiratorias queden bloqueadas o comprometidas. Además, por la debilidad muscular del bebé (recordemos que un bebé no alcanza el control cefálico hasta los 2-4 meses) no puede cambiar esa postura, por lo que no es capaz, por sí mismo, de liberarse. Por otro lado, debido a que su capacidad pulmonar es reducida (acorde a su tamaño), un bebé pequeño puede sofocarse en 2-4 minutos. Así, pierde la consciencia por lo que no puede llorar ni hacer ruidos o movimientos que alerten a los padres- cuidadores. También hay que evitar que la nariz y boca del bebé vayan tapadas por la tela o contra el cuerpo del portador, ya que el aire puede no circular con la fluidez necesaria, provocando igualmente el sofocamiento del bebé.Así, pues, hay que evitar:

  • Llevar al bebé en una postura muy cerrada, que lleve a la barbilla a apoyarse contra su propio pecho. La postura ha de ser en C, redondeada, pero firmemente sostenida por el portabebé correctamente tensado y la cadera correctamente colocada.
  • Tapar la nariz y boca con el portabebé o apoyarlos contra el cuerpo del portador.

Lo más importante es que los padres puedan revisar constantemente la posición del bebé para comprobar que la barbilla no apoya contra el pecho y que las vías respiratorias están libres. Para ello, la tela del portabebé no ha de tapar completamente la cabeza del bebé. Si volvemos a la imagen superior, el bebé está apoyando la frente, y lleva la cabeza ligeramente ladeada, por lo que entre su nariz-boca y el cuerpo del portador hay espacio. La tela está suficientemente alta como para sostener la cabeza, pero no tan alta que la cubra por completo. Así es posible ver la cara del bebé todo el tiempo.

Por último, recordaros que hay que estar atentos al bebé. Si notamos que los movimientos respiratorios del bebé se atenúan o detienen, hay que revisar que esté todo correcto. Igualmente, si el bebé comienza de pronto a hacer ruidos al respirar: puede ser un moco o una flema, pero también puede ser que esté teniendo dificultades.

Elección del portabebé

Mochilas «colgonas»: no respetan la C de la espalda, ni la M de las piernas, ni tienen buen soporte de la cabeza. Imagen: camiseta de la película «Resacón en las Vegas»

A la hora de elegir un portabebé, tenemos que tener en cuenta:

  • Que permita redondear la espalda del bebé correctamente, hacia delante, y dándole el soporte adecuado para que la espalda del bebé no aguante su propio peso. Para ello, la parte del portabebé donde apoya la espalda del bebé ha de ser flexible, para que pueda adoptar esta forma. También ha de poderse tensar adecuadamente, adaptándose al contorno del bebé en todo el recorrido de la espalda.
  • Ha de promover que las piernas vayan bien colocadas, rodillas más altas que el culo y haciendo un ángulo de 90º entre ellas. No sólo por el correcto desarrollo de la cadera, sino porque la postura correcta en las piernas-cadera hacen que la espalda también mantenga la postura adecuada. Para ello, el panel o tela ha de llegar de rodilla a rodilla, dando apoyo a todo el muslo del peque, de modo que vaya sentado y todo su peso bien repartido, sin colgar la pierna y generar puntos de presión.
  • Ha de tener un buen apoyo para la cabeza cuando es necesario (bebé recién nacido o bebé dormido). Que sostenga con firmeza y suavidad la cabeza del bebé contra el cuerpo del adulto. Y que, cuando esté subido, no tape completamente la cabeza del bebé, dejando espacio bien por arriba bien por los laterales para que el aire circule y para que el portador pueda comprobar el estado del bebé siempre que lo necesite.
  • Ha de tener instrucciones accesibles. No todas las marcas llevan unas buenas instrucciones, pero sí que es verdad que, en el caso de los portabebés más habituales, es sencillo hoy en día encontrar vídeos por internet, instrucciones que se venden sueltas o instructoras que te enseñen. Asegúrate de que tienes una manera de aprender a usarlo correctamente.

No existe el portabebés ideal, ya que el ideal es aquel con el que el portador se siente seguro. Por eso, nuestra recomendación es probar antes de comprar. Bien en una tienda, bien en una quedada de Red Canguro, bien mediante alguna asesora de porteo que haya en tu zona.  Si no te resulta posible o no hay nadie cerca, una vez te llegue el portabebé, pruébalo a fondo antes de lavarlo por primera vez, y no dudes en cambiarlo por otro si crees que no te vas a apañar con él.

Un nacimiento en el amor

Rescatamos para este día un antiguo post de nuestro foro, donde una mamá compartió estas palabras escritas primeramente en el foro de Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna de ALMamar.  Esperamos que lo disfruten, y que cada día tomemos más conciencia de la importancia de que los bebés estén siempre con quién más necesitan; sus mamás.

Hace más de 2000 años, en un pueblo palestino cercano a Jerusalén, una embarazada y su esposo buscan un lugar donde dar a luz…

Desconozco las prácticas obstétricas de la zona y la época, pero para celebrar estos días me gustaría atreverme a imaginar cómo fue aquel parto.  No fue en ninguna institución sanitaria, aunque, según las crónicas, fue en un portal, así que tampoco podría afirmarse que fuera “un parto en casa”.  Seguramente José acompañó a María en todo momento y se encargó de mantener a ralla a todos los pastores y curiosos que se atrevieran a perturbar la necesaria intimidad de tan preciosos momentos, seguro que fue dándole agua si tenía sed, seguro que no hubo tactos vaginales realizados por múltiples personas todas ellas desconocidas.
Seguro que no hubo enemas, ni rasurados, seguro que no hubo oxitocina sintética, que el parto fue “normal”, no fue medicalizado, que no tubo anestesia epidural y que no hubo episoiotomía, que María pudo empujar cuando sentía que debía hacerlo, que no estuvo en posición de litotomía sin poder participar de su propio parto y que nadie le insinuó que si no colaboraba tendrían que hacerle una cesárea.  Seguro que nadie se preocupó demasiado por el corte del cordón y que probablemente lo cortaran cuando hubo dejado de latir.

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Pero lo que creo que fue totalmente seguro es que al bebé no le dejaron sobre un pesebre lleno de paja. Seguro que cuando nació tuvo el mejor de los contactos piel a piel, que tomó el calostro de su madre y que pudo iniciar precozmente la lactancia, que nadie le arrebató el bebé a su madre para tallarle o medirle, para aspirarle o sondarle por mucho que naciera “blanco, rubio y colorado” y que nadie le echó ningún colirio en los ojos que impidiera al bebé mirar por vez primera a su madre, seguro que nadie interrumpió tan intenso momento cuando comenzó a crearse el vínculo entre los dos.

Y para todo esto seguro que José ni tubo que entregar un plan de parto en ningún sitio por triplicado ni que ponerse en contacto con el grupo de apoyo a la lactancia de Belén.  Seguro que Jesús gozó de una preciosa lactancia prolongada y de muchos brazos y mucho amor.

¿Que por qué imagino todo esto?
Pues porque una persona con la empatía de amar al prójimo como a sí mismo y de amar incluso a sus enemigos no pudo comenzar la vida de cualquier manera, porque una persona que tuvo la seguridad de cambiar el mundo y de poner a cero los marcadores del tiempo tubo que tener el más fuerte y especial de los vínculos con su madre ¿no os parece?.

No quiero decir que ahora tengamos que parir como hace 2.000 años, pero sí reflexionar y hacer lo que en nuestras manos esté para, como dice Michel Odent, redescubrir las necesidades básicas de toda mujer que da a luz y no ya humanizar, sino “animalizar” la atención al parto, se me ocurre que la iniciativa IHAN debería llamarse mejor IAAN ¿no? ¡IAAN! ¡Y si no que se lo pregunten a la mula, que sí estaba presente y sabe de qué va esto!.

Os animo a buscar una figurita para el belén en la que María esté dando de mamar a Jesús, o por lo menos con él en brazos y no el bebé desnudito entre pajas, ¿a quién se le ocurre “en la más fría noche de la navidad” dejarle allí?

¡Feliz Navidad a todos!

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El Kanga, el paño africano y su uso como portabebé

En Red Canguro seguimos celebrando la Crianza en Brazos.  El lema para este año fue Portear una tradición, y publicaremos una serie de artículos en relación a esta consigna

Artículo escrito por Merce, publicado originalmente en su blog Mi Saquito Mágico y reproducido aquí con permiso de su autora.

pagneEl Kanga, también conocido como “paño africano” es, personalmente un tipo de portabebé, o mejor una tela para usar como portabebé, que me gusta mucho, sobre todo para hacer ciertas actividades. También es verdad que raro es el portabebé que a mi no me gusta ;P si mantiene ciertas características de BUEN PORTABEBE. Os voy a hablar inicialmente desde un punto de vista técnico y otro día os hablaré de mis experiencias.

El Kanga es el portabebé africano del que en Occidente tenemos una imagen mental más usual de la cultura Africana, sin embargo, no es el único, ni mucho menos. Dejaré de llamarle paño africano, ya que en África coexisten muchos tipos de paños fabricados con diversos materiales y en verdad designa un tipo de tela, no un portabebé.

Lo que nosotras conocemos como tal es el paño que se utiliza fundamentalmente en el Oeste de África. De muy diversos motivos y colores es toda una prenda de vestir, versatil, cómoda, fresca y sobre todo.. útil y sencilla. Con contenidos culturales y sociales merecería un capítulo o más a parte, pero no es nuestro fin para este artículo.

Una variedad muy extendida es el wax que es la tela de algodón con una especie de cera que le da su característica de hidrofoba, es decir que se moja menos y además conserva las cualidades transpirables de los tejidos vegetales. En muchas ocasiones su fabricación es holandesa.

El Kanga como portabebé

Es uno de los tipos de porta bebe más sencillos de usar y utilizar. Un simple rectángulo de tela en el que instalar muy rápidamePiggybacknte a su bebe en la espalda, o en la cadera.

Un original pedazo de tela rectangular, tejido en algodón, de la longitud de los brazos abiertos (de una mano a la otra). Su ancho es aproximadamente la mitadde su longitud (quizás un poco más grande). El paño está rematado de cada lado.

El tamaño está normalmente condicionado por la talla del porteador, pero de manera standart se vende en 1,75×1,20 aproximadamente. También se puede comprar una tela a la medida “personal” (largo de tus brazos extendidos) y que cumpla con las características principales (algodón 100% a ser posible, sin elastanos ni viscosas), o incluso una sábana.

Tradicionalmente se pueden utilizar dos tipos de telas: el Kanga o el Kitenge. La diferencia es que el Kanga es mas corto que el Kitenge. El Kitengese puede utilizar además para llevar en la cadera. Sin embargo ni Kanga ni Kitenge son prendas exclusivas para el porteo de bebés, ambos son utilizables como prendas de vestir, para cargar cosas, etc… con los múltiples anudados, la imaginación y la necesidad de cada uno. Tampoco originariamente es una tela exclusivamente de uso femenino, también los hombres la llevan y la usan igual, aunque es menos frecuente verles usarla como portabebé.

En muy corriente llevar dos. Nunca se sabe cuando vas a llevar al bebé de alguien o cargar algo…

La mayor parte de los paños africanos están decorados, pero no es necesario. Un simple pedazo de sábana puede hacer perfectamente las veces de paño. Te recomentamos que no uses tejidos que tengan viscosa, como los pareos, ya que escurren y tienden a dar de si, por lo que el bebé se encuentra demasiado bajo y se vuelve incómodo en poco tiempo.

Al ser un portabebé muy fresquito en verano y de muy sencillo uso muchas usuarias nos hemos preguntado las necesidades de la tela. Aunque es preferible que sea un tejido fino por su frescor, se puede incluso hacer con una toalla.

En la playa o la piscina usar una toalla es una buena idea cuando te has olvidado tu portabebé y tienes que llevar un montón de trastos y a tu niño o bebé. Sorprende por su buena tensión, y su poca necesidad de ajustes repetidos. Es perfectamente factible realizar este tipo de porteo sin nudos, pero debes ser ya una porteadora con confianza y un poco de experiencia, por lo menos ;D.

Se me olvidó mi tonga... ;P Muy buena opción. Seguro, buena tensión y sosten para niños grandes. Menos necesidad de ajuste y casi no necesita nudos

Un porteo particular

Es un porta-bebe que no conviene a todo el mundo puesto que se apoya sobre los senos, lo que hace que las mamas lactantes con predisposición a mastitis o a obstrucciones de los canales lactíferos puedan tener problemas. Aunque en esto hay diversidad de opiniones.

Apoyándose en la zona lumbar es más cómodo para las mamás africanas que constitucionalmente tienen un sacro más pronunciado y puede resultar incómodo para las mamas que poco tiempo después de dar a luz tienen aún la curva de la lordosis lumbar pronunciada debida a los cambios en el esqueleto que experimentamos en el embarazo.

Otro inconveniente es que es un porta-bebe que puede ser necesario de ajustar frecuentemente, aunque entran en juego las calidades de la tela utilizada y el portador puede encontrarse menos cómodo, la maña es a veces más importante.

Con un Kanga es necesario igualmente quitarse el paño completamente para dar de comer al pequeño. No es posible hacerle “girar” hacia delante como en una hamaca de anillas.

Por otro lado no es un portabebé recomendado para novatas, es necesario sentirse confiado para intentar este tipo de porta-bebe ya que es verdad que pueden parecer (y  sólo parecer) menos seguros en un primer momento que otros porta-bebes dorsales, como el porta-bebe asiático o el fular.

Sin embargo, una vez adoptado es un portabebémuy fácil de instalar de forma rápida y muy ligero en verano. Es igualmente uno de los porta-bebés más económicos a fabricar.

Actividades para este tipo de porteo

En realidad casi cualquier tipo de actividad es posible, pero más cómodo para unas que para otras. En Occidente preferimos un porteo mucho más alto dadas nuestras actividades habituales y nuestra complexión física. Sin embargo cuando se trata de permanecer agachadas durante un tiempo es sin duda el más adaptado.

Puedes por ejemplo trabajar el campo con el bebé en la espalda, pasar la aspiradora, hacer las camas, todas esas actividades que requieren una posición específica del porteador.

Llevar al bebé en brazos en occidente. Ideas culturales e imágenes sociales

En Red Canguro seguimos celebrando la Crianza en Brazos.  El lema para este año fue Portear una tradición, y publicaremos una serie de artículos en relación a esta consigna

Artículo escrito por Merce, publicado originalmente en su blog Mi Saquito Mágico y reproducido aquí con permiso de su autora.

Descubrir el mundo de los porta bebés es toda una experiencia llena de alegrías y sensaciones. Sin embargo, en general, en Occidente tenemos tendencia a usar portabebés llamados “de posición ventral”, es decir, posicionando al bebé contra el pecho del porteador. Son precisamente este tipo de mochilas porta bebés más comerciales las que actualmente dan una imagen quizás reduccionista y distorsionada de lo que realmente es el porteo de un bebé en la actualidad. Llevar al bebé largo tiempo en porta bebés se sale de la práctica común y por lo tanto no es nuestra imagen habitual de la maternidad.

Por un lado las mamas hoy en día necesitamos encontrarnos seguras en nuestra maternidad. La gran cantidad de cuestionamientos a los que estamos sometidas como madres (por hacer esto o lo otro); la pérdida de confianza en nuestros instintos; y la cantidad de información distorsionada o no por lo comercial, hacen que nos veamos poco capaces o muy inseguras, e incluso desinformadas con la llegada, sobre todo, de nuestro primer hijo y porque no, también del segundo.

A todo ello también tenemos que unir la racionalización y cientificación de las cuestiones más básicas de la vida cotidiana que nos impiden en muchas ocasiones guiarnos precisamente de lo más básico: nuestros instintos.

Es por eso que el llevar al bebé en la espalda, lo que llamamos: el verdadero comienzo del porteo del bebé, causa en muchas ocasiones sino estupor, sí temor, desconfianza o una mezcla de sentimientos entre tiernos e inseguros, que en cualquier caso muchas veces, son ambivalentes. ¿Cómo ser capaces de semejante cosa si no podemos ver al niño? ¿Es tán fácil llevar en la espalda al bebé?. La respuesta es sí, es muy fácil. Seguir leyendo

Portear, una tradición

Leyendo a Isabel Fernández del Castillo en su libro “La revolución del nacimiento”, me queda resonando una frase tan sencilla pero que sentí muy cierta; habla de que aprendemos a amamantar amamantando. Como que la mujer sabe amamantar porque a su vez fue amamantada, porque esa experiencia, ese conocimiento que adquirimos desde los sentidos en nuestro momento más perceptivo de la vida nos marca, la experiencia de ser amamantados nos marca, nos queda impregnada en la memoria. Esto no quiere decir que la mujer que no fue amamantada no pueda amamantar, pero lo que yo entiendo, es que si fuimos amamantadas, tenemos algunos puntos a favor en cuanto a una lactancia exitosa.

Siento lo mismo con el porteo. Se suele pensar al porteo como algo fácil, porque es lo natural, porque es lo que debería ser, porque está lleno de beneficios, ¿a qué bebé no le gusta estar a upa? ¿No es la naturaleza la que dicta la necesidad del contacto corporal entre bebé y mamá? Esas son las razones biológicas, las que dictan la necesidad de contacto entre bebé y mamá, pero el porteo también está sumamente atravesado por la cultura. ¿Fuimos porteadas? ¿nos dejaron largas horas en nuestra cuna o cochecito? ¿fuimos sostenidas? ¿vemos bebés porteados con frecuencia? ¿jugábamos de niñas a llevar a nuestros bebés a upa, o los paseábamos en carritos? ¿alguien más carga así a sus bebés en mi entorno?cangurita con bandolera Supongo que estas preguntas no se las hacen las mujeres del altiplano boliviano o de la sabana africana, agarran su aguayo o su bambará y listo, ya lo saben, nadie se los enseña, no les hablan de los beneficios del porteo ni de la posición correcta, no se lo cuestionan ni se las cuestiona, pero nosotras, mujeres de ciudad, alejadas de nuestro ser natural desde tiempos remotos, tenemos todo un camino por recorrer.

Portear es natural, pero no siempre es fácil. O no son fáciles sus comienzos. Primero hacerse del portabebé correcto. Se suele pensar que cualquier pedazo de tela sirve, un simple pedazo de tela. Sí, es así. Es así si estás convencida de que ese pedazo de tela te va a servir, o si dentro de tu contexto hay gente que portea con un pedazo de tela. La mujer africana no va a pensar que su pedazo de tela, su bambará, no sirve, porque a ella y al porteo que ella practica, les es funcional, les es útil, el bambará forma parte de su cultura. La mujer del altiplano no va a pensar que el aguayo que ella misma usó toda su vida es incómodo, porque en definitiva para ella no lo es, pero si nosotras empezamos con un aguayo… bueno, podemos tener suerte como no. Porque además, los portabebés tradicionales están diseñado para una situación de porteo determinada, un tipo de porteo determinado (en el caso del aguayo, muchas veces a la espalda y en posición cuna), acompañan a las actividades que la mujer realiza (trabajar la tierra, cargar materiales, recorrer grandes distancias, transportar otras cosas, además de a su bebé, etc.), están diseñados para un clima determinado, están construídos con los materiales del lugar. Así que para mí lo primero es encontrar el portabebé correcto, sea bambará, aguayo, pedazo de tela, fular o mei tai. Así y todo, va a tocar practicar, hasta que madre y bebé estén cómodos. Esta práctica no se termina en un día o dos, sino que el porteo es dinámico, y lo que hoy nos resulta puede que mañana no.Abuela regando con su nieto

En el transcurso de la práctica, puede que tu bebé llore muchas veces, o se retuerza o no te la haga fácil, básicamente, porque estás encontrando la manera de portear, estás practicando, por eso también es importante practicar antes sin bebé, aunque tampoco es determinante (yo lo recomiendo pero no lo hice). Ahí van a aparecer todas las voces, aparte de la tuya, que como sos una madre que se fija en su hijo, no permanecés muda, ciega y sorda dentro de vos. Y la gente, con buenas o malas intenciones, te va a decir “Ese bebé no está cómodo”, “Lo estás apretando mucho”, “Se queda sin aire”, “No le gusta el trapo”, “Sos vos que sos una empecinada que vaya ahí, está mucho más cómodo en el cochecito”, y miles de cosas más. Bebé 7 meses fular 3m20 con anillas

Todas estas voces, esta cultura que nos atraviesa, es la que hace que muchas veces el porteo sea un arte de difícil tarea. ¿Es imposible? No. Solo que tenés que estar preparada espiritualmente para atravesar los obstáculos. Ser paciente cuando tu hijo se queja o está a disgusto. Darte la posibilidad de tomártelo con paciencia y calma. Buscar de corregir la postura, para conseguir una posición lo más ergonómica posible, para vos y para el bebé. Probar otros portabebés si tenés la inquietud de qué es lo que les será más cómodo, porque el porteo en sí mismo no es incómodo. Claro que usar portabebés es siempre llevar peso extra encima, pero el porteo no es incómodo con un portabebé adecuado y una buena postura de mamá y bebé. Tener conciencia que dejarlo en la cuna o en el cochecito no está mal ni es un pecado capital, sino que el cochecito es un portabebé más. Saber si es lo que necesita tu bebé en ese momento o si necesita otra cosa. Y sí, pensar que es lo natural que vos y tu bebé disfruten de estar juntos, y que si eso no sucede, no es que fracasa el porteo, sino que hay cositas que arreglar. Mimos y besos

Portear es una tradición. Una tradición biológica, que nace de la necesidad de que madre y bebé estén juntos. Las mujeres occidentales nos hemos criado desoyendo esta tradición. Pero está en nosotras recuperarla, permitirnos y permitir a nuestros bebés el placer, la necesidad, la sanación del contacto piel con piel. Disfrutemos del estar cerca, al alcance de sus besos, y que tu bebé esté al alcance de los tuyos.

Los invitamos a mirar este pequeño video, donde se ve que porteando se aprende desde la vivencia personal y desde el ejemplo.  ¡Feliz semana internacional de la crianza en brazos para todos!

 

Artículo de Irene Pe para Red Canguro.

Lactancia y portabebés, portabebés y lactancia

Artículo de Irene Pe para Red Canguro en la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

Es común que las madres tengan un primer contacto con los portabebés ergonómicos en los talleres de lactancia. ¿Por qué? ¿Cuál es la relación entre la lactancia y los portabebés?

Los bebés y sus mamás vienen de fábrica, preparados genéticamente, para ser amamantados y para amamantar. Para que este hermoso milagro se produzca, es necesaria la cercanía corporal. No solo en el preciso momento de amamantar, sino también en el antes y el después.

La mejor manera de favorecer la lactancia es mantener al bebé cerca. Al tener al bebé cerca, en el pecho, él reconocerá el olor de la mamá con facilidad, conocerá el camino hacia el pezón, sentirá la paz de saberse en un lugar cálido y conocido. Al tener al bebé cerca, en el pecho, la mamá podrá reconocer las señales que el bebé muestra para hacer conocer sus necesidades; la mamá sabrá más certeramente cuando tiene hambre, cuando tiene sueño, cuando tiene deseos de interactuar, cuando solo quiere mimos.

El saber reconocer las señales de un bebé es una herramienta importantísima para la madre. A las madres nos han enseñado a amamantar con el reloj al lado. Se lo alimenta si es la hora, y luego si el bebé vuelve a hacer gestos de querer amamantar… pues seguro que no es eso ¡si acaba de comer! Estas creencias invalidan la idea de que la teta no es solo alimento para el cuerpo; es también necesidad de cariño, necesidad de cercanía, necesidad de amor. Y eso está bien, porque un niño no se nutre solamente de alimento para el cuerpo, necesita de alimento para el alma para crecer saludablemente. Saber cuando tu hijo te está pidiendo de mamar es saber
reconocer sus necesidades y poder satisfacerlas amorosamente. Esto no es solo un beneficio para el bebé, también lo es para la madre y para la familia toda. Tener un bebé que es satisfecho en sus necesidades, hará que el bebé no tenga que reclamar una y otra vez cuando necesita algo. Y un bebé que llore poco o con poca frecuencia es una paz para todos los integrantes de la familia.

La manera de conocer más cabalmente lo que le ocurre al bebé es teniéndolo cerca. Si la madre está en una habitación y el pequeñín en su carro durmiendo en otro lado o jugando con alguna cosa o esperando que pase el tiempo, lejos del cuerpo de la mamá, será más dificultoso que la madre se entere de si su hijo hizo una serie de sonidos, gestos y señales corporales antes de empezar a llorar, muchas veces llegando al desconsuelo. Si el bebé está cerca del pecho de la madre, la mamá aprenderá a percibir todas las señales corporales que los bebés hacen para decir, a su manera, y sin palabras, lo que están necesitando. Y muchas veces esa necesidad se calma con el pecho.

El portabebés ergonómico da la oportunidad de tener al bebé cerca y cómodo, y por lo tanto, da la posibilidad de ir visualizando todas las señales que el bebé muestra antes del llanto. También permite amamantarlo cómodamente, estés en donde estés. No se necesita estacionar el carro ni encontrar un lugar en donde sentarte. Si sos pudorosa, el portabebé te permite amamantar con discreción. El portabebé te permite amamantar sentada, parada, caminando, podés cubrirte con la tela, podés hacerlo en intimidad. Si tu bebé es llevado en portabebé, tiene el pecho asegurado. Y tener el pecho asegurado, conlleva una lactancia feliz.

Si quieres saber más sobre cómo se alían portabebés y lactancia, no dejes de leer el artículo ¡Aúpa y Teta! con vídeos y consejos prácticos y el artículo Lactancia y Portabebés de Jemina, asesora de lactancia. También puedes descargarte nuestro tríptico “Aúpa y Teta”. Seguir leyendo

«Porteo: cómo y por qué» por Nohemí Hervada

Artículo escrito originalmente por Nohemí Hervada para la revista Madre Tierra y reproducido aquí con el permiso de su autora.

«Porter c´est bien, bien porter c´est mieux»

Con este dicho francés resumiría mi opinión sobre el porteo y los portabebés.

La primera vez que lo leí no imaginaba lo ligada que quedaría mi vida a ese concepto en particular y al mundo del bebé y la maternidad en general.

Siempre supe que llevaría a mi bebé en un portabebés, me parecía lo mejor, lo natural, lo apetecible, lo práctico… Y todo eso sin tener ni idea ni de fisiología del bebé en relación al porteo, ni de beneficios en relación al apego ni al desarrollo. Simplemente sabía o intuía que así era como tenía que ser.

Compré mi primer portabebés estando embarazada aún: una mochila comercial de las que se encuentran en cualquier tienda de puericultura. No veía diferencias entre unas y otras, así que escogí una como podia haber escogido otra. Como en tantas otras cuestiones, el vacío que nos crea la falta de referencias cercanas, reales y sinceras se encarga de llenarla la publicidad. Así que ya tenía en casa esa fantástica mochila tan vendida, y ahora solo quedaba esperar para poder usarla.

El primer día que salí de casa con mi bebé de apenas 5 días, le coloqué en la mochila, dispuesta a disfrutar de lo que ya me parecía algo esencial: llevarle cerca de mi cuerpo.

Ese primer contacto con la mochila no fue como esperaba. Sentía que ese artilugio no lo sostenía bien, no lo «envolvía» como hacían mis brazos,

Así que aun dentro de ella, eran estos los que sostenían el cuerpecito de mi hijo, rodeándole alrededor de esa tela demasiado gruesa, para conseguir mantener lo que me parecía la posición natural de un bebé en brazos. Ahí pensé que algo fallaba, que tenía que haber otra forma más cómoda, más segura y más natural de llevar a un bebé en brazos.

Ahí empezó mi búsqueda. Y ahí descubrí todo un mundo.

Nuestro primer fular

Con mi primer fular me di cuenta desde el minuto uno de la diferencia. Y eso que solo tenía una hoja fotocopiada con unas cuantas imágenes para aprender un par de nudos. Nudos que por supuesto estaban mal hechos, y aun así me daban más confianza que aquella mochila de diseño.

Fui interesándome por este arte, leyendo de páginas de otros países que tenían ya años de experiencia en porteo, practicando,recopilando e incluso traduciendo información.

Me fascinaban los portabebés que llamamos étnicos. Ver como a lo largo y ancho del mundo, en la historia del hombre todos los pueblos han compartido esta práctica del porteo.

Iba descubriendo las diferentes formas de portear, y sus por qués. Cómo cada sistema casi siempre estaba influenciado por el estilo de vida, el clima, los recursos disponibles e incluso la fisionomía de cada raza. Seguir leyendo

¡A la bandolera! Por Irene P.

Este artículo de Irene ha sido publicado originalmente en su blog Casa en Construcción. Lo reproducimos aquí con su autorización. ¡Muchas gracias!
La bandolera es un portabebés muy sencillo, compuesto por un trozo de tela con un par de argollas. Las medidas de la tela van de 0,65 o 0,70cm de ancho, por 1,70 de largo. Más o menos esas son las medidas, puede ser un poco más corta un poco más larga, dependiendo del largo que el porteador le quiera dar, con un par de anillas o argollas de metal en uno de sus extremos.
Es un portabebé asimétrico, con el que se practica el porteo lateral, porque la tela va apoyada sobre un solo hombro. Se suele pensar que la bandolera carga todo el peso del bebé sobre un solo hombro del porteador, y esto no es del todo correcto; si la tela de la bandolera está bien distribuída, bien extendida por la espalda, el peso del bebé se reparte también a lo largo de toda la espalda.

La bandolera es a la vista un portabebé sencillo de usar, pero al comenzar a usarla a veces da un poquito de trabajo, tiene su truco o trampa. Como muchas cosas en esta vida… hay que practicar!

Aunque a priori no lo parezca (porque el tema del peso sobre un hombro desalienta bastante su uso), es para mí el portabebé “comodín”. Es sensacional para usar con recién nacido y es indispensable cuando ya tenés un nene que pesa lo suyo. Es el portabebé elegido para usar con mi hijo cuando quiere mimos, para dormir, para estar bien juntos. La bandolera se ajusta fenomenal, y al ser una sola capa de tela para ajustar, una vez llegado al correcto ajuste es solo placer.

La bandolera, como todos los portabebés ergonómicos, varía en su uso según la edad de tu bebé, su peso, sus características motoras. Seguir leyendo