Portabebés: ¿Cómo coser una bandolera de anillas?

Artículo escrito por Sol originalmente para el blog Marsupina, mamá cangura, y reproducido en Red Canguro con permiso de su autora.  ¡Muchas gracias!

La bandolera de anillas (sling ring) es un portabebés muy versátil, ocupa poco por lo que se puede llevar en un bolso y es rápido de poner y quitar.

Resulta especialmente interesante para bebés pequeños que pesan poco y es muy cómoda para dar de mamar permitiendo pasar de la posición erguida a tumbada con un simple movimiento sin necesidad de quitarla; pero su utilidad no termina cuando el bebé crece, incluso con bebés mayorcitos resulta extremadamente práctica, en especial cuando empiezan a andar y piden suelo y brazos constantemente.

Para mí las bandoleras son portabebés “base”, de esos que deberían existir en cada fondo de armario de una familia con bebés o niños pequeños. Y es que no sólo son practiquísimas, sino que también ¡puedes hacerla tú misma!

Sólo necesitas una buena tela de unos 2 metros de largo y unos 65-70 cm de ancho, un par de anillas testadas parar soportar el peso del bebé y un poco de tiempo para coser, si tienes máquina ¡mejor! pero, para según qué tipos de plegado, la máquina de coser no es imprescindible (siempre y cuando hagas costuras de seguridad)

Claro que entonces surgen principalmente 2 dudas: ¿qué tipo de tela? y ¿qué tipo de anillas?… y, es que en el tema telas ¡hay un mundo para elegir!, las anillas entonces dependerán de ésta, de su composición y grosor, así, las telas más gruesas y tupidas necesitarán anillas más grandes mientras que telas más finas y “resbaladizas” funcionarán mejor con las anillas de diámetro mediano.

Pinchando sobre TELAS y sobre ANILLAS para bandoleras, puedes leer sobre ellas un poco más en profundidad.

Una vez que escogimos la tela y las anillas más apropiadas para ella, estamos listos para coser nuestra propia bandolera.

Lo primero que tendremos que decidir es de qué largo la queremos, y, sobre esto, también tenemos mucho para elegir, puedes leer un poco más sobre el largo de la bandolera pinchando en: “Bandoleras de cola larga o cola corta”

Una vez decidida la longitud ya sólo nos queda cortarla. Por lo general las telas se venden por metro y son de 1,40 a 1,65 m de ancho, por lo que, con 2 metros de tela nos alcanzará para hacer 2 bandoleras de cola “normal” y unos 70 cm de ancho.

Lo ideal es tener una mesa larga, para poder extender la tela cómodamente, medirla y cortarla, pero, si te pasa como a mí, que tienes una mesa pequeñita, siempre puedes extenderla sobre el suelo (no te olvides de limpiarlo antes! con niños puedes encontrarte una sorpresa en cualquier momento (¿o sólo me pasa a mí?!) )

Una vez que tenemos nuestro trozo de tela de la longitud elegida ya sólo nos queda ¡comenzar a coser!

Lo primero que haremos será coser los dobladillos, yo los hago de unos milímetros menos de 1 cm (unos 0,70-0,80 cm) pero eso va en gustos, y lo hago sujetándolo con alfileres:

Y luego simplemente lo coso con la máquina de coser (esto puedes hacerlo a mano facilmente, te llevará tiempo, pero como ves, ¡sin máquina también lo puedes hacer!)

Una vez cosidos todos los dobladillos toca la parte más “personal” de la bandolera, hacer el plegado que llevará en el hombro.

Sobre plegados también hay todo un mundo para elegir, y, en general, el que mejor se ajuste a ti, dependerá de tu tipo de hombro (más “puntiagudo” o más redondeado) y de tus preferencias, y, por supuesto, del tipo de tela que hayas elegido para tu bandolera.

El más común es el plegado que yo llamo “simple”, el que en realidad no lleva un plegado específico, sino que sólo se pliega la tela para pasarla por las anillas pero luego se cose sin una “forma” en particular, sino simplemente se unen los dos trozos de la tela para sujetar la anilla.

Este tipo de plegado en los foros de porteo suele conocerse como “sakura” en referencia a la marca de unas bandoleras cosidas de este modo aunque no son las únicas que se cosen así, y, es este tipo de plegado el que podrás hacer más facilmente, sin calcular mucho y sin máquina de coser (¡si tienes máquina mejor!), ya que el grosor a coser es solamente el de 2 telas. Para el resto de plegados (¡que hay muchos!), ya se necesitan tomar algunas medidas y, por el grosor a coser, a mano resulta más engorroso (sino imposible…) e incluso para según qué telas no cualquier máquina de coser bastará, en esos casos necesitarás una máquina de coser que pueda soportar costuras que “abulten” mucho (como las costuras de los dobladillos de vaqueros).

A mi en particular este plegado (o la falta de plegado) no me resulta cómodo, se me “desboca” hacia arriba y abajo y se me termina clavando en el cuello y limitando el movimiento del brazo; sin embargo a otras personas sí les va bien, llegando a ser su preferido. Otra vez, como en casi todo en el mundo de los portabebés, cada persona tendrá sus preferencias, lo ideal sería que pudieras probar varios antes de coser tu bandolera.

En una próxima entrada intentaré resumir algunos de los plegados más conocidos, de momento os dejo el enlace a una entrada de Familia Libre donde nos enseña dibujos con algunos de estos plegados (puedes probarlos medianamente en casa haciéndolos en tu tela y apoyándolo sobre tu hombro, antes de coser)

Una vez elegido el tipo de plegado ya sólo nos queda hacerlo, pasar la tela por las anillas y coserlo. En este caso escogí el plegado “marsupina” (nombre que le dio una compañera del foro, (¡que es un encanto!) cuando comenzó a coser bandoleras con el plegado que yo les hago a las mías ^_^) para mi tipo de hombro al menos, es el que me resulta más cómodo, aleja los extremos del cuello, no cae sobre el brazo, soporta el peso hacia la parte más prominente del hombro y despliega por la espalda derivando gran parte del peso allí, y de ahí a las caderas.

Según el tipo de plegado que elijas será más o menos importante la distancia de la costura hasta la anilla. Por ejemplo, con el plegado simple, no es “tan” importante, la distancia a la costura estará en relación con el grosor de la tela y la posibilidad que te de para poder coser sin que se hagan “saltos” o “grumos”, es decir, lo ideal es hacer la costura lo más próximo a las anillas, pero con la distancia suficiente como para poder coserlo “extendido”, como si no hubiera plegado. Klara, de Twins Outside, nos cuenta con un montón de fotos, cómo coser este tipo de plegado.

Por el contrario, con el plegado que me gusta, mientras más próximo a las anillas ¡mejor!, de manera que puedas poner las anillas altas (a la altura de la clavícula más o menos. AQUÍ puedes ver cómo colocar la bandolera) y dejar que la tela despliegue bien por la espalda. Para eso lo doblo de manera que, al pasar la máquina, (cosiendo en perpendicular a los bordes) la aguja quede casi al lado de la parte más “saliente” de las anillas, creo que en la foto se ve mejor (calcula unos centímetros extra para las subsiguientes costuras):

Lo más importante de este paso es hacer al menos 3 pasadas (3 costuras) y, si es posible, que alguna de ellas sea “más fuerte”. En mi caso siempre hago mínimo 3, dos normales y una con dibujo, (¡o los dibujos y detalles que se me ocurran para decorarla!), y, al final, le coso una etiqueta con la que termino de “recontra-asegurarla” ;P

Si vas a coserle una etiqueta (con el nombre de tu bebé bordado en ella, por ejemplo), también puedes ponerle un pequeño ganchito para colgar un bolso pequeñito, un juguete o unas llaves; el ganchito suele resultar muy práctico aunque tiene la “contra” de que suele llamar la atención del bebé y, muchos, ¡harán lo imposible por llevárselo a la boca!. Otra vez, elegir ponerle ganchito o no, es cuestión de gustos.

¡Y ya está!, ya tienes una practiquísima bandolera de anillas, y, lo mejor, a tu gusto, ¡hecha por ti!

Espero que te haya resultado útil y, muy pronto, me cuentes lo felices que estáis con vuestro nuevo portabebés : )

¡A la bandolera! Por Irene P.

Este artículo de Irene ha sido publicado originalmente en su blog Casa en Construcción. Lo reproducimos aquí con su autorización. ¡Muchas gracias!
La bandolera es un portabebés muy sencillo, compuesto por un trozo de tela con un par de argollas. Las medidas de la tela van de 0,65 o 0,70cm de ancho, por 1,70 de largo. Más o menos esas son las medidas, puede ser un poco más corta un poco más larga, dependiendo del largo que el porteador le quiera dar, con un par de anillas o argollas de metal en uno de sus extremos.
Es un portabebé asimétrico, con el que se practica el porteo lateral, porque la tela va apoyada sobre un solo hombro. Se suele pensar que la bandolera carga todo el peso del bebé sobre un solo hombro del porteador, y esto no es del todo correcto; si la tela de la bandolera está bien distribuída, bien extendida por la espalda, el peso del bebé se reparte también a lo largo de toda la espalda.

La bandolera es a la vista un portabebé sencillo de usar, pero al comenzar a usarla a veces da un poquito de trabajo, tiene su truco o trampa. Como muchas cosas en esta vida… hay que practicar!

Aunque a priori no lo parezca (porque el tema del peso sobre un hombro desalienta bastante su uso), es para mí el portabebé “comodín”. Es sensacional para usar con recién nacido y es indispensable cuando ya tenés un nene que pesa lo suyo. Es el portabebé elegido para usar con mi hijo cuando quiere mimos, para dormir, para estar bien juntos. La bandolera se ajusta fenomenal, y al ser una sola capa de tela para ajustar, una vez llegado al correcto ajuste es solo placer.

La bandolera, como todos los portabebés ergonómicos, varía en su uso según la edad de tu bebé, su peso, sus características motoras. Seguir leyendo

Porteo de recién nacidos: vídeos y experiencias

En este post compartimos con vosotros algunas vivencias de mamás del foro de Red Canguro sobre la experiencia de llevar a su recién nacido en portabebés. También os ponemos un listado de vídeos de porteo de recién nacidos con fular y bandolera, porque sabemos que no es lo mismo colocarse a un niño de 2 años, a un bebé de 9 meses o a un bebé que acaba de nacer!

Portear a un recién nacido es una rica experiencia para la madre, favorece el vínculo, fomenta la lactancia, ayuda contra una posible tristeza post-parto… Al bebé le ayuda a «hacerse» al nuevo mundo fuera del vientre de su mamá. Hemos publicado numerosos artículos sobre estos beneficios, entre otros:

Cri, una guapa mamá de dos nenas preciosas, nos cuenta a través de un mini relato su experiencia con los portabebés. Y lo ilustramos con una foto de su hija A. recién nacida en bandolera de tejido de fular. Seguir leyendo

Guía de compras de portabebés

Artículo realizado por Vanessa Morales para Red Canguro, con la colaboración de las usuarias de nuestro foro.

Cuando nos hemos decidido por un portabebé en concreto (si aún no lo tienes decidido te recomendamos este artículo sobre cómo elegir un portabebés y este otro para elegirlo según la edad de tu hijo), a menudo nos encontramos ante la duda de dónde comprarlo. En esta guía intentaremos daros unos pequeños consejos para que realicéis vuestra compra. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Irene

Les escribo a modo de presentación, de mí, mi familia, mis portabebés, y en especial a modo de agradecimiento a Red Canguro (RC).

Luego de buscar casi un año, llegó a nuestras vidas Nuria. Con todas las dudas y miedos de padres primerizos la fuimos criando pensando, leyendo, preguntando, indagando. Para ella compramos un carro que usamos bastante, pero también compramos una bandolera. Me daba un poco de trabajo usarla, pero yo insistía. Me acuerdo que me decían “Deben ir incómodas, seguro. No se te cae?” Y yo siempre, “No, pero mirá que bien vamos, la nena no llora y yo súper cómoda!” Eso sí, siempre agarrando al bebé con una mano. Luego, leyendo RC me di cuenta por qué me era tan incómoda; es una bandolera con almohadillas en los bordes, su anilla es
pequeña, y es difícil de ajustar y sostener al bebé.

Pero la usamos durante dos años, hasta que yo quedé embarazada de Camilo, a pura tozudez de mi parte. No la usábamos todo el tiempo, sino para situaciones puntuales; cuando quería ir a upa, para ir a lugares inaccesibles con el cochecito, para viajar en colectivo… no la usábamos por apego, sino por comodidad, aunque siempre sentí especialmente placentera la sensación corporal de mi bebé cerca de mí. Pero creo que por haberla usado como un elemento más es que tenemos sólo una foto, de la primera salida de Nuria de casa, para ir a su control neonatal.

Luego llegó Camilo, y necesitaba las manos libres para atender a Nuria. Seguir leyendo

Portabebés según edad

Indicaciones sobre la edad correcta para usar los diferentes portabebés.

Texto basado en el artículo de Entrealgodones, con el permiso de su autora.

Escoger un solo portabebés suele ser una tarea ardua. Añadida al extenso surtido en tipos y modelos que existe, aparece la circunstancia de que es difícil quedarse sólo con uno para toda la etapa de uso con el bebé. Es muy difícil elegir un portabebés que nos sirva desde recién nacido hasta que el niño en el que se ha convertido deje de querer que lo llevemos y que, además, nos resulte práctico en las distintas situaciones. Sería como pretender comprar unos zapatos para nuestro bebé recién nacido que le duraran hasta los 3 años. Sin embargo, hay combinaciones de portabebés muy útiles y que nos pueden dar muchas satisfacciones y largos periodos de disfrute.

Analicemos los distintos portabebés en función de su uso: Seguir leyendo

«Ajustar la bandolera» por Sol Z.B.

Artículo original publicado en Marsupina, mamá cangura

Las bandoleras son portabebés muy simples y versátiles, rápidos de poner y quitar, fáciles de guardar en cualquier bolso y muchas veces los grandes preferidos de los pequeños (al punto de sólo aceptar este tipo de portabebés)

Al ser tan fáciles y rápidos de poner y quitar los convierte en portabebés ideales para la época del «sube y baja», esa en la que los peques comienzan a caminar y piden brazos y suelo a cada rato. Son unos de los portabebés más frescos de cara al verano y muy cómodos de cara al invierno, ya que pueden ponerse debajo del abrigo y subir y bajar al bebé incluso sin quitarse la chaqueta.

La verdad, para mí, las bandoleras están llenas de ventajas, en especial su sencillez, rapidez de uso y preferencia de los peques (y mayores en ciertos momentos). Sin embargo, a veces al principio, puede resultar mucho más complicado de lo que parece…

Una de las primeras dificultades que comentan los padres es que la tela se les hace un «burruño» al pasarlas por las anillas.

Para que eso no suceda hay que intentar pasarla lo más ordenada posible, formando una especie de acordeón y procurando que cada extremo de la tela entre y salga por el mismo lado. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? por Carmen (Córdoba) «Lo nuestro es puro teatro»

Cuando yo tenía dieciocho años, tomó forma una iniciativa en mi pueblo para representar en Semana Santa La Pasión de Jesús, y me uní al proyecto como simple actriz aficionada, formando parte del reparto secundario. Con los años se ha convertido en un espectáculo que reúne a más de trescientas personas trabajando para salir a escena todos los años, e incluye personas de todas las edades, incluídos niños, que suelen ser los descendientes de quienes actuamos. El evento se convierte casi en una fiesta familiar.

Cuando me convertí en madre, con mi primera hija, por supuesto pensé en que saliera a escena conmigo -mi papel es el de una mujer judía y pobre-, por lo cual empecé a buscar por internet información sobre telas, trapos -ni siquiera sabía qué eran los fulares- como los que me imaginaba que usarían en aquel tiempo para llevar a los niños. Encontré una página donde se vendían fulares y decidí improvisar uno con una tela que me pareció adecuada. Mi hija mayor, que entonces tenía siete meses y un criterio propio estupendo, se negó a envolverse en aquello. Así que la llevé en brazos y me olvidé del tema, pero algo en la página había llamado mi atención: se trataban temas sobre crianza con apego, como el parto respetado, la lactancia materna y otros. A través de su foro conocí a otras madres y empecé a aprender muchas cosas nuevas. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Sara: «Vi que podía tenerla en brazos y además tener las manos libres»

No se como llegué a la página de redcanguro, pero tendría que tener mi niña como 1 mes o asi. Un día de estos que saltas de página en página hasta que encuentras una que da para leer y mucho.

Desde que nació mi niña ha estado mucho en brazos, me encanta verla dormir en mis brazos (sí, aunque se acostumbre, como dice todo el mundo) y al encontrar esta página vi que podía tenerla en brazos y además tener las manos libres (que inventazo!).

Pasé semanas viendo videos de como se ponían esos pañuelos tan largos, soñaba con el preanudado de los fulares elásticos, repasando en mi mente cada movimiento de cada tela, pensando en que aunque pareciera complicado yo sería capaz. Y por fin me decidí, miré en la red de personas que hay en red canguro y ¡BINGO! habia una madre que me podía ayudar en mi ciudad. Sin dudarlo la llamé y quedamos. Seguir leyendo

Videos «Arturo, Papi Canguro» – Ganador del Concurso

¡Ya tenemos ganador para el I Concurso «Arturo, Papi Canguro«! Os dejamos a continuación su video, así como otros de los videos enviados, en los que algunos papás nos demuestran el uso de distintos tipos de portabebés ergonómicos. Esperamos que estos videos animen a muchos otros padres. De momento, el papi ganador ha obtenido un portabebés que esperamos que nos presente próximamente y se ha convertido en socio de Red Canguro durante todo un año!

El papi ganador nos enseña a anudar la doble hamaca con un fular:

(Sigue viendo el resto de los videos!) Seguir leyendo

«Cógeme, mamá. Qué pedirle a un portabebés»

A continuación os ofrecemos un artículo escrito por la fisioterapeuta Begoña García González-Quijano con la colaboración de Red Canguro, publicada en el último número de la revista El Mundo de Tu Bebé. El artículo, con el subtítulo «Es una opción en auge. Amorosa, práctica y confortable, ofrece al bebé lo que mas necesita; el contacto cercano con sus padres«, explica los beneficios de los portabebés tanto para los niños como para los adultos, los criterios para elegirlos y llevarlos correctamente y las principales características de distintos portabebés ergonómicos. Algunas de las fotos han sido enviadas también por miembros de la Red Canguro.

Podéis descargar el artículo en el enlace siguiente (pdf, 2,32Mb):

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Sofía: “Lo nunca pensado sucedió”

Sofía M., Madrid.

Pues la verdad que yo conocí este mundo de refilón. Una amiga mía fue la que me contó un poco cómo iba, poniéndonos vídeos y fotos de mei-tais en nuestro foro.

Yo al principio pensaba: «¿Cómo se puede poner ahí al bebe?», «¡Pobre!, ¡si eso no tiene que ser nada cómodo!”, y muchas otras cosas por el estilo.

Un día quedamos con mi amiga y pude ver en persona y probar el mei. “El artilugio” me gustó, me parecía totalmente distinto de lo que yo ví un día por vídeos, así que decidí encargarme uno y disfrutar del placer de llevar a mi niña en brazos sin tener que acabar rendida. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Noemí: «a la tercera va la vencida»

23102008070Noemí, Lérida.

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? La primera respuesta que me viene a la mente es tarde. Sí, tarde descubrí un mundo fascinante y maravilloso, el de los portabebés, pero los de verdad; los respetuosos con el cuerpecito del bebe y la espalda de mamá. En 2002 nació mi primera hija por cesárea, nació chiquitita, indefensa. Yo me pasaba el día con ella en brazos, no podía dejarla sola, tenía que estar cerca de ella, sentirla respirar, con la teta a su alcance cada vez que le apeteciera. No podía dejarla llorar, era tan chiquita, olía tan bien, tan suave, no me cansaba de mirarla, de tocarla, … Tenía una mochila y su padre empezó a usarla como a los 6 meses de la nena, yo la use muy poco porque ya estaba embarazada y me resultaba muy incómoda;  hasta entonces había ido más en brazos que en el cochecito. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro? Por Noelia: «comienzo torpe, final experto»

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La primera vez que me probé el fular, embarazada.

Noelia, Valencia.

Aún no estaba embarazada (pero ya quería estarlo) cuando ví un fular por primera vez. Fue en Vinçon, en Barcelona. Un folleto explicaba que en los países que llevan así a los bebés no existe el cólico del lactante. Me pareció muy tierna la idea, aparte de lo de los cólicos. Así que cuando ya estaba muuuuy embarazada, conseguí que mi yaya me regalara mi primer fular, uno elástico (a ella le parecía algo muy raro, como a casi todo el mundo). Aún no tenía ni idea de lo importante que iba a ser para mí aquella decisión. Seguir leyendo

¿Cómo llegué a ser mamá canguro?, por Patricia B.: «nunca es tarde si la dicha es buena»

patriPatricia B., Granada.

Mi hija es adoptada, la conocimos cuando tenía 2 mesecitos y, antes de que pudiese traérmela a casa, la estuvimos visitando todos los fines de semana durante otros 2 meses. El tiempo que pasaba con ella lo tenía que aprovechar al máximo y la tenía todo el tiempo que podía en brazos, acurrucadita contra mí, aspirando su olor y grabándomelo en la memoria, porque sabía que iba a tener que pasar otra semana hasta que pudiese volver a verla y no sabía cuánto tiempo hasta que me dejasen llevármela del todo. Así que cuando llegó ese maravilloso día no podía despegarme de ella, ¡tenía tanto tiempo perdido que recuperar!, y la tenía siempre en brazos, pese al típico comentario de «se va a mal-acostumbrar». Seguir leyendo